Conflicto en Siria

Tras el ataque con gas tóxico en Alepo, Rusia realiza bombardeos en la zona

El gobierno ruso respondió con un despliegue aéreo para destruir posiciones de "terroristas" ubicados en las inmediaciones de esta ciudad

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La aviación rusa realizó diversos ataques a las bases rebeldes en Alepo, luego de que el régimen sirio acusó a grupos "terroristas" de haber perpetrado un ataque químico en esta ciudad, un drama que provocó un centenar de casos de problemas respiratorios que han provocado la crítica mundial.

A pesar de que las autoridades sirias y Rusia dicen que el ataque pudo haber sido ejecutado con el uso de "gas cloro", una coalición rebelde desmintió su implicación en el ataque contra Alepo, gran ciudad del norte sirio controlada por el régimen.

En Moscú, el ministerio de Defensa ruso habló de "explosivos que al parecer contenían cloro". A modo de represalia, "la Fuerza Aérea rusa llevó a cabo ataques aéreos" contra posiciones de "terroristas", según el ministerio de Defensa ruso. "Todos los objetivos fueron destruidos".

Los bombardeos rusos, los primeros en más de dos meses, fueron contra territorios controlados por los yihadistas y los rebeldes cerca de la ciudad de Alepo, según el OSDH y se producen después de que Rusia, que apoya al régimen y Turquía, respaldo tradicional de los rebeldes, alcanzaron un acuerdo en septiembre para instaurar una tregua y crear una "zona desmilitarizada" que separe los territorios insurgentes de las regiones gubernamentales en las provincias vecinas de Alepo y de Idlib (noroeste). El ministro turco de Defensa y su homólogo ruso mantuvieron una conversación telefónica, "mencionando las últimas provocaciones que [...] pretenden perjudicar el acuerdo", indicó Ankara en un comunicado, sin dar más detalles.

Los efectos del ataque

En un país destrozado desde 2011 por una guerra que ha causado más de 360.000 muertos, los rebeldes, al igual que el régimen de Bashar al Asad, han sido acusados en numerosas ocasiones de haber usado armas químicas, prohibidas por el derecho internacional.

Por lo que las autoridades sirias acusan a "grupos terroristas" (como el régimen llama a los yihadistas y los rebeldes) de atacar Alepo y un fotógrafo de la AFP en la ciudad, presenció la llegada al hospital de decenas de civiles con dificultades para respirar, entre ellos mujeres y niños.

Los heridos, que parecían mareados y presentaban problemas para respirar, fueron atendidos con máscaras de oxígeno. La agencia oficial Sana informó de "107 casos de problemas respiratorios", tras un primer balance que hablaba de alrededor de 50 heridos.

Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos del Hombre (OSDH) informó de "94 casos de problemas respiratorios". El jefe de la policía de Alepo, Esam al Shili, citado por Sana acusó a "los grupos terroristas" de haber utilizado "cohetes que contenían gases tóxicos".

Desde finales de 2016, Alepo está bajo el control total del régimen, pero algunas zonas de la periferia están en manos de grupos rebeldes y yihadistas. La provincia de Idlib es por su parte el último gran bastión yihadista y rebelde en Siria.

Se desvinculan del ataque

El Frente Nacional de Liberación, el principal grupo rebelde de estas dos provincias, desmintió su implicación en el supuesto ataque con "gas tóxico". "Desmentimos las denuncias falsas del régimen sobre un ataque contra Alepo que habría sido llevado a cabo por los revolucionarios con la ayuda de proyectiles (...) con gas cloro", indicó en un comunicado el portavoz de la coalición rebelde del Frente Nacional de Liberación, Naji Mustafá.

"Sólo el régimen criminal y su banda poseen (estas armas) y las utilizan en Siria", según el portavoz. Los grupos yihadistas presentes en el sector, cuya organización Hayat Tahrir al Sham y el grupo Huras al Din, vinculados a Al Qaeda, no reaccionaron.

También desconfían de Siria

A lo largo del conflicto, Damasco ha sido acusada por la ONU y las potencias occidentales de usar armas químicas, un hecho que siempre ha desmentido. En abril, el poder fue acusado de perpetrar un ataque químico en Guta Oriental, a las puertas de Damasco, que dejó 40 muertos.

En 2016, una comisión de investigación de la ONU y la Organización para la prohibición de las Armas Químicas, afirmaron que helicópteros militares sirios derramaron gas cloro sobre al menos dos localidades de Idlib en 2014 y en 2015.

La comisión denunció igualmente que los yihadistas del grupo Estado Islámico usaron gas mostaza en 2015 en la provincia de Alepo. En cuanto al incidente del sábado pasado, el principal negociador de la oposición siria en el exilio, Nasr al Hariri, acusó al gobierno de Damasco de responsabilizar a los rebeldes para tener "un pretexto para lanzar una operación militar al norte de Siria".