Imita modelo español

López Obrador presenta su plan para pacificar a México y reducir la violencia

El presidente electo anunció la creación de la Guardia Nacional para combatir la inseguridad que golpea a gran parte de ese país

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A unas semanas de asumir el poder y con el país sumido en una profunda crisis de violencia y con tintes de sangre por todos lados, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, presentó su Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024, uno de cuyos ejes es la creación de una Guardia Nacional para combatir la violencia e inseguridad en el país.

La Guardia Nacional mexicana estará formada por agentes de las policías militar, naval y militar, y a semejanza de la Guardia Civil española y la Gendarmería francesa, tendrá como objetivo la prevención del delito, la preservación de la seguridad y el combate a la delincuencia.

Modelo similar al español

"Nuestra propuesta es la creación de la Guardia Nacional. Existe una Guardia con esta características en otros países, con la característica específica (de) que está a cargo de las Fuerzas Armadas", expuso López Obrador en una conferencia de prensa.

"Es el caso de la Guardia Civil española, que depende de la Fuerzas Armadas del Gobierno español, y es el caso de la gendarmería de Francia, que también depende de las Fuerzas Armadas de ese país, esa es nuestra propuesta", añadió.

Para complementarla, López Obrador dijo que se organizarán 266 coordinaciones territoriales en el país. Comenzará con 150 en 2019, para lo cual necesitará entre 120.000 y 150.000 agentes, ya que se requiere un mínimo de 500 efectivos por coordinación. Para ello se comenzará por reclutar a 50.000 agentes de manera progresiva.

Ejército sigue en las calles

El pasado mes de agosto, López Obrador anunció que el Ejército y la Marina seguirían en las calles de México para garantizar la seguridad, puesto que la Policía Federal todavía no está preparada para hacerlo.

En México, el Ejército patrulla las calles desde el mandato del presidente conservador Felipe Calderón (2006-2012), en una estrategia de confrontación contra el narcotráfico y el crimen organizado que ha dejado miles de muertos y desaparecidos, plan que continuó el presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018).

Durante la presentación, el futuro secretario (ministro) de Seguridad Pública mexicano, Alfonso Durazo, expuso una síntesis de dicho plan que versa sobre ocho ejes, el más importante erradicar la corrupción y reactivar la procuración de justicia.

Durazo señaló que "la delincuencia organizada no puede existir sin un grado de involucramiento de funcionarios públicos que ofrezcan un grado de protección e impunidad". Explicó que la supresión de la corrupción tendrá por si misma un efecto positivo en los índices delictivos.

Para "enfrentar exitosamente a la delincuencia organizada -dijo- comenzaremos por erradicar la corrupción de la administración pública en todos sus ámbitos, con énfasis en corporaciones policiales y militares, ministerios públicos (fiscalías), juzgados y otras instancias de seguridad pública y de impartición y procuración de justicia".

La corrupción como delito grave

Además, anunció Durazo que se harán las reformas legales necesarias "para tipificar la corrupción como delito grave y sin libertad bajo fianza". Otro de los puntos del plan busca reformular el combate a las drogas y reorientar los recursos confiscados a la delincuencia para aplicarlos a la reinserción social y desintoxicación de adictos.

Señaló que la estrategia de combate de la delincuencia del Gobierno actual "no ha podido derrotar a los cárteles (de la droga) y México se ha convertido en un país de víctimas". Expuso que con la regulación de algunos estupefacientes, actualmente prohibidos, como la marihuana "se pondrá fin a uno de los motores de la inseguridad y del quebrantamiento del Estado de Derecho".

Durazo señaló que mediante el nuevo plan se garantizará el respeto y promoción de derechos humanos y no se permitirá la represión ni la tortura, además de investigarse todas las denuncias de violación a esos derechos.

López Obrador dijo además que la paz y la tranquilidad, que es fundamental garantizar, "son fruto de la justicia, una y mil veces hemos repetido que no se puede enfrentar a la violencia con la violencia y para que las haya se requiere acabar con la corrupción, se necesita combatir la pobreza y fortalecer nuestros valores".

Agregó que en términos cuantitativos su Plan de Paz y Seguridad se dirigirá en un 80 % a acabar con las causas que originan la inseguridad y la violencia en México.