Éxodo centroamericano

Los primeros migrantes de las caravanas llegan a Tijuana

migrantes

migrantes / periodico

Idoya Noain

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Se acercaron hasta la playas. Algunos jugaron con las olas y otros se subieron a la valla que separa México de Estados Unidos. Hubo incluso quien la saltó y pisó brevemente la arena al norte, bajo la mirada de los agentes de la patrulla fronteriza, antes de escalar rápidamente de vuelta. Los primeros migrantes del éxodo centroamericano que desde el mes pasado se ha organizado en varias caravanas han llegado a Tijuana.

El lunes lo hicieron unos 85 integrantes de un grupo de personas de la comunidad LGTBI y el martes llegaron en nueve autobuses poco más de 300 hombres, 36 mujeres y 12 niños. El miércoles por la mañana se sumaron 380 más. Son solo una avanzadilla de poco más de 800 personas de las entre 7.000 y 10.000 que se calcula que recorren México rumbo al norte. Y lo que pasará a continuación es una incógnita.

Otros miles de miembros de la primera gran caravana, que salió el 13 de octubre de Honduras, están de camino, esperando autobuses en el vecino estado de Sonora, o en el de Nayarit e incluso más al sur, en el de Sinaloa. Una segunda caravana más reducida llegó el lunes a Ciudad de México y hay otras dos, aún menores, rumbo allí. Aunque según las autoridades mexicanas un total de casi 2.700 personas han solicitado visas temporales para quedarse en el país y más de 500 han solicitado el regreso voluntario a sus países de origen, miles más tienen EEUU como meta.

La "invasión" se evapora

En el norte todas las alertas políticas de una “invasión” y de “amenaza para la seguridad nacional” que usó repetidamente Donald Trump para energizar a sus bases durante la campaña para las elecciones legislativas se han desvanecido tras esos comicios. La ultraconservadora cadena Fox News, que antes de las elecciones pasó 33 horas hablando de la caravana, no le dedicó ni un segundo el día después y al siguiente solo habló de ella menos de cinco minutos, según un estudio de Media Matters, un grupo progresista. Y el propio Trump desde las elecciones solo ha colgado un tuit, el viernes pasado, para anunciar la firma de una proclamación con la que busca restringir el derecho a solicitar asilo.

Este miércoles, mientras, el secretario de Defensa, James Mattis, y la de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsenvisitaban a tropas que forman parte del contingente de algo más de 5.000 militares enviados por Trump, que prometió desplegar “hasta 15.000”. La visita tenía lugar en Tejas, a miles de kilómetros de Tijuana, que es por donde la inmensa mayoría de integrantes de la caravana han decidido intentar entrar. Y cuando uno de los soldados ha preguntado a Mattis cuáles son sus metas a corto y largo plazo, el jefe del Pentágono ha contestado: "A corto, colocar obstáculos", como alambradas. "A largo... está aún en cierta forma por determinar". 

Tijuana, desbordada

La llegada aunque sea paulatina del éxodo amenaza con desbordar la ciudad de Baja California donde los refugios oficiales para migrantes, con capacidad para 1.200 personas, ya estaban en su límite. Y la acumulación no tiene solo su causa en las caravanas, sino en la actuación de las autoridades estadounidenses, que durante la Administración Trump han ralentizado el proceso de solicitud de asilo en los puntos de entrada al país convirtiendo ciudades como Tijuana en cuellos de botella donde los migrantes tienen que esperar semanas e incluso meses. Aumentan las tensiones entre ellos y quedan también más expuestos a las actuaciones de bandas criminales, carteles y traficantes de personas que operan en la localidad.

El martes la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza cerró tres de los 26 carriles de entrada en San Ysidro, uno de los pasos fronterizos más transitados de EEUU, y otro carril de los 13 de Otay Mesa, para realizar trabajos de reforzamiento de la seguridad con alambradas y barricadas. Los migrantes, mientras, siguen llegando.