Bolsonaro deja la confrontación y llama a los poderes de Brasil a trabajar juntos

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, se comprometió a desmontar el "espíritu aguerrido" de la campaña electoral para trabajar en conjunto con los otros poderes del Estado en el proceso de transición hacia el Gobierno que iniciará el 1 de enero próximo.

El diputado ultraderechista, que se reunió con diferentes autoridades en su segundo viaje a Brasilia desde que venció las elecciones presidenciales, dijo que todos los poderes tienen que trabajar juntos para intentar resolver los graves problemas del país, especialmente el desempleo.

En sus conversaciones con diferentes magistrados y congresistas, Bolsonaro también manifestó su preocupación por proyectos de ley que pueden ser votados hasta diciembre próximo por el Congreso y que pueden agravar el ya abultado déficit fiscal público.

Busca la pacificación tras elecciones polarizadas

"Es necesario dejar atrás el espíritu aguerrido de la campaña electoral", afirmó al defender la pacificación y la unión de los brasileños tras las elecciones más polarizadas y radicalizadas de los últimos 30 años en Brasil.

Agregó que él, como presidente electo, es el que tiene que dar el primer paso hacia la "pacificación" para no tener problemas con los tribunales ni con el Congreso, y nuevamente se comprometió a adoptar la Constitución como guía de su mandato.

El respeto de la Constitución ha sido una promesa recurrente en los últimos días tras una campaña en la que fue acusado de ser una amenaza para la democracia y para los derechos humanos en Brasil.

"Tenemos que administrar este país juntos. Solos no conseguiremos nada. Brasil enfrenta problemas muy serios de empleo. Y lo que podemos, en conjunto, es perfeccionar la legislación para intentar resolver este problema (del desempleo)", aseguró tras su encuentro con los magistrados del Tribunal Superior del Trabajo.

Presentará sus reformas

Bolsonaro dijo que antes de presentarlas a consideración del Congreso, presentará sus propuestas de reforma laboral a los miembros del Tribunal para que certifiquen el cumplimiento de la Constitución y que también consultará el Tribunal Electoral sobre sus proyectos para reformar el sistema de votación en Brasil.

El presidente electo igualmente manifestó su preocupación con un proyecto de ley que fue aprobado la semana pasada por el Congreso y que eleva en 16 % los salarios de los magistrados de la Corte Suprema, ya que este ajuste puede tener un efecto sobre todos los salarios de los funcionarios públicos en el país.

"Lógicamente es un motivo de preocupación. Ya estamos con un déficit enorme previsto para el próximo año y este aumento lo agravará. La decisión está en las manos de (el presidente) Michel Temer)", afirmó al indicar que espera que el actual mandatario vete el proyecto de ley.

Su preocupación coincidió con una reunión que tuvieron en Brasilia el economista Paulo Guedes, a quien Bolsonaro ya anunció como su ministro de Economía, con el diputado Eduardo Bolsonaro y el senador electo Major Olimpio, para analizar otros proyectos de ley que pueden ser votados en las próximas semanas en el Congreso y tener efectos negativos sobre las cuentas públicas.

Cuidar las finanzas del país

"Consideramos que el papel del Gobierno y del Congreso que están de salida tiene que ser equilibrar las cuentas y no generar más gastos para no dejarle al futuro Gobierno una crisis financiera peor", afirmó Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente electo.

El diputado afirmó que Bolsonaro aprovechará las conversaciones que tendrá esta misma semana en Brasilia con los presidentes del Senado, Eunicio Oliviera, y de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, para pedirles que retiren de la pauta de votaciones proyectos de ley que puedan agravar el déficit público.

Pese a que su viaje a Brasilia era para tratar la transición, en las diferentes declaraciones que concedió a la prensa aprovechó para dar detalles sobre su futuro Gabinete.

Tan pronto como desembarcó en la capital, Bolsonaro anunció en las redes sociales que su ministro de Defensa será el general de la reserva del Ejército, Fernando Azevedo e Silva, un oficial que comandó las Fuerzas de la ONU en Haití y que este año tras pasar al retiro, venía desempeñándose como asesor de la Corte Suprema.

Asimismo aclaró que no eliminará el ministerio de Trabajo, como lo había anunciado, sino que lo fusionará con otra cartera que aún no ha sido definida. Dijo igualmente que ante esos ajustes, aumentará el número de ministerios que había anunciado inicialmente en su campaña, de manera que el gabinete ministerial ya no será compuesto por 15 carteras sino "por unas 17 o 18".