LIBERTAD DE PRENSA

Trump contra la prensa (y la verdad)

La Casa Blanca defiende la inédita decisión de retirar la credencial a un periodista de CNN con un vídeo manipulado

Idoya Noain

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Cuando Donald Trump era solo un candidato su campaña negó acceso a periodistas de varios medios destacados de Estados Unidos. Al ser preguntado por ello en verano de 2016 Trump aseguró que, si llegara a presidente, no negaría acreditaciones. En la Casa Blanca “es distinto”, declaró. “Cuando represente a EEUU no haría eso”.

Dicho y no hecho. O, como diría él mismo, ‘fake news’.

Este miércoles, tras un tenso enfrentamiento verbal en una rueda de prensa con Jim Acosta, un reportero de CNN con el que ya han tenido múltiples momentos de tensión Trump y su portavoz, Sarah Huckabee Sanders, la Casa Blanca revocó la acreditación permanente del periodista “hasta nueva notificación”. Los historiadores no encuentran precedentes. Y Trump suma un nuevo capítulo a la encarnizada guerra que mantiene con la prensa, a la que ha declarado en numerosas ocasiones, siguiendo el guión de dictadores y autócratas, “el enemigo del pueblo”.

Imágenes manipuladas

Este último caso, además, demuestra hasta dónde está dispuesta a llegar esta Administración en esta guerra, incluyendo el uso de imágenes manipuladas.

El argumento que dio Huckabee Sanders para revocar la acreditación de Acosta es que el periodista, en su intercambio con el presidente durante la rueda de prensa, “puso sus manos en una joven mujer”, la becaria que intentó quitarle el micrófono cuando Trump quiso cortar al periodista. Hay múltiples vídeos y testimonios de periodistas que estaban en la sala que demuestran que Acosta no “puso sus manos” sobre nadie. El único contacto físico llegó cuando la becaria cruzó su brazo sobre el que tenía libre el periodista intentando arrebatarle el micrófono. Pero Sanders, este jueves por la mañana, defendió la decisión de la Casa Blanca en un tuit en el que colgó un vídeo que, según ella, “claramente documenta” un “comportamiento inapropiado” e "intolerable".

¿El problema? Expertos en edición de imagen aseguran (y han demostrado) que el vídeo compartido por Sanders, que tuvo más de 26.000 retuits y han visto más de 6,6 millones de personas, ha sido manipulado. Acelerando solo una parte y ralentizando otras y repitiendo fotogramas, exagera el movimiento de Acosta y crea la sensación de que el periodista fue más agresivo con la becaria que la realidad.

Para colmo, ese documento gráfico alterado lo publicitó en primer lugar un hombre conocido por sus vídeos propagando teorías conspiratorias en Infowars, una web de extrema derecha.

Libertad de prensa

CNN ha defendido a Acosta, asegurando que se le ha quitado la acreditación “en represalia” por preguntas incómodas y definiendo la revocación de su credencial de “una amenaza a la democracia”. También la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca ha considerado la revocación “inaceptable” y ha denunciado que se ha usado como “herramienta para castigar a un periodista con quien tiene una relación difícil”. Han alzado su voz crítica en solidaridad también numerosos periodistas individuales. Y vuelve a denunciarse el asalto a la libertad de prensa de Trump, que enfrenta ya una demanda, planteada por la organización de escritores PEN, en la que se le acusa de "usar el poder y la maquinaria del gobierno para castigar a sus críticos" y de "crear una atmósfera en la que los periodistas deben trabajar bajo la amenaza de represalias del gobierno”.

Nada importa en medios y círculos conservadores, donde se sigue propagando que Acosta asaltó a la becaria, ni a Huckabee Sanders, que tampoco da marcha atrás. La verdad, desde hace tiempo, para algunos cotiza a la baja