CAMPAÑA ELECTORAL

Las mujeres llamadas a hacer historia en las elecciones de EEUU

Mujeres indias, musulmanas, negras o transexuales aspiran a romper el martes algunas de las barreras históricas de la política estadounidense

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Ricardo Mir de Francia

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La abogada de origen palestino Rashida Tlaib está llamada a convertirse en la primera diputada musulmana en la historia de Estados Unidos. Deb Haaland, de la tribu de los indios pueblo, en la primera nativa americana. En Massachusetts, la socialista Ayanna Pressley podría ser la primera mujer negra en representar a su estado en el Congreso, el mismo hito que tiene a su alcance la republicana de origen asiático, Pearl Kim, en Pensilvania. Los suyos son algunos de los nombres que podrían hacer historia en las elecciones del martes en Estados Unidos, unos comicios en los que se batirá el récord de mujeres que compiten como candidatas. 

Este será el “segundo año de la mujer”, un título que sigue la estela de aquellas elecciones de 1992, cuando se rompieron los registros de mujeres elegidas para cargos públicos. El detonante por entonces de su elevada participación como candidatas fue el proceso de nominación del juez Clarence Thomas al Tribunal Supremo, marcado por el testimonio de Anita Hill, la mujer que fue humillada por un panel de senadores tras acusar al magistrado de acoso sexual. En esta ocasión, son el sexismo y la misoginia del presidente Donald Trump los que han movilizado políticamente a las mujeres.

Veintidós de ellas compiten ahora por un escaño de senadora y 235 pugnan por entrar en la Cámara de Representantes. Algunas lo tienen complicado, pero en el mejor de los casos, si todas resultaran elegidas, su representación en las dos cámaras seguirá estando muy lejos de la paridad. En la cámara baja representarían el 24% del total de los escaños, y poco más del 20% en la cámara alta, según el Center for American Women in Politics.

Eso no quita que se esté avanzando hacia la normalización en todos los sentidos, no solo de género, sino también racial y religiosa. En Vermont, Christine Hallquist compite por ser la primera gobernadora transexual del país; desde Georgia, Stacey Abrams podría ser la primera gobernadora negra; y desde Idaho, Paulette Jordan, la primera gobernadora nativa americana.