Acuerdo de desmilitarización

Amplían el plazo para que yihadistas y rebeldes abandonen Idlib, en Siria

Todo parece indicar que los gobiernos de Rusia y Turquía han extendido de facto la fecha límite para que estos grupos abandonen esta provincia

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El Periódico

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Turquía y Rusia acordaron un plazo suplementario a los yihadistas presentes en la provincia siria de Idlib, para que se retiren de la zona, aduciendo que el acuerdo alcanzado el mes pasado en Sochi (Rusia) se mantiene en vigor a pesar de que ha expirado la fecha límite.

El plazo oficial para la salida de los combatientes radicales, en particular los de Hayat Tahrir al Sham (HTS), de la futura "zona desmilitarizada" expiró el pasado 15 de octubre, pero no hubo ningún movimiento o señal de una retirada, lo que arroja dudas sobre el acuerdo, cuyo objetivo sería evitar un nuevo baño de sangre en el último gran bastión insurgente de Siria.

Turquía y Rusia están tranquilas

"Según las informaciones que recibimos de nuestros militares, el acuerdo está vigente y el ejército está satisfecho con la forma en que trabaja Turquía", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. En la misma línea, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlüt Cavusoglu, también se mostró tranquilizador.

"No hay ningún problema en lo que concierne al retiro de las armas pesadas (que estaba previsto para el 10 de octubre), y tampoco parece haber ningún problema por la retirada (...) de ciertos grupos radicales", declaró.

El acuerdo ruso-turco alcanzado en Sochi el 17 de septiembre, prevé una "zona desmilitarizada" para separar los territorios controlados por el régimen de Bashar al Asad de los ocupados aún por rebeldes y yihadistas.

Según este acuerdo, las armas pesadas de los grupos rebeldes y yihadistas debían ser retiradas antes del 10 de octubre, en tanto los segundos tenían hasta el 15 de octubre para abandonar la zona "tampón". El primer plazo fue globalmente respetado, no así el segundo

No hay más retiradas

Sin embargo, el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman aseguró que no se ha "observado ninguna retirada o presencia de patrullas en la 'zona desmilitarizada' y ninguna señal permite presagiar una retirada”.

La "zona desmilitarizada", de entre 15 y 20 km de ancho, incluye, además de los sectores de Idlib, partes de las provincias vecinas de Alepo, Hama y Lataquia. El ejército turco y la policía militar rusa deben vigilar esta área con patrullas conjuntas, en virtud del acuerdo.

Hasta ahora, los yihadistas de HTS han prometido continuar la lucha y según sus declaraciones, aseguraron: "No abandonaremos nuestras armas". Pero tampoco especificaron claramente si rechazan el arreglo Ankara-Moscú, tras haber aceptado retirar sus armas pesadas de la futura zona "tampón", según el OSDH.

Los analistas ven en la reacción rusa una ampliación 'de facto' del tiempo necesario para concretar la segunda fase del acuerdo de Sochi. Las partes son conscientes de que era muy difícil implementar (la retirada) dentro del plazo inicial. Según el periódico sirio prorrégimen Al Watan, Ankara habría pedido a Moscú tiempo adicional para influenciar sobre HTS.

Un mayor margen de maniobra

Mientras tanto, el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid al Muallem, señaló que su país "espera" la reacción rusa sobre la retirada de los yihadistas, recordando que sus "fuerzas armadas están dispuestas en los alrededores de Idlib".

Los expertos consideran que el acuerdo prevé "un margen de maniobra", en referencia al plazo de retirada y darle a los "radicales"  más tiempo para coordinar sus desplazamientos. Pero el problema es que dentro del HTS, parece que coexisten dos tendencias, una "moderada" que apoya el acuerdo y otra que lo rechaza. Inclusive, la primera estaría dispuesta a integrarse en el Frente Nacional de Liberación (FNL), una coalición rebelde pro Ankara.

Según expertos, Turquía "no ha realizado el menor esfuerzo para alejar a los yihadistas de Idlib o de la 'zona desmilitarizada' (...) Lo que pone en duda su intención real de poner fin a la zona refugio de Al Qaida en Siria", pero esto se ha convertido en una situación de emergencia, ya que los siete años de guerra en Siria, han provocado más de 360.000 muertos y millones de desplazados y refugiados.