May y los Veintisiete se dan más tiempo para evitar la ruptura a las malas

Los líderes de la Unión Europea piden más claridad al Gobierno británico que no ha ofrecido nuevas propuestas para desbloquear el 'brexit'

Saludo entre Theresa May y Jean-Claude Juncker.

Saludo entre Theresa May y Jean-Claude Juncker. / YVES HERMAN

Silvia Martinez / Bruselas

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No hay ningún jefe de Estado y de Gobierno en la Unión Europea que no apueste por cerrar un divorcio amistoso con el Reino Unido, incluida Theresa May. Pese al 'impasse' que viven las negociaciones del 'brexit', enrocadas en la búsqueda de una solución para la frontera entre Irlanda e Irlanda del nortefrontera entre Irlanda e Irlanda del norte, la primera ministra británica ha trasladado este miércoles su compromiso con el acuerdo y el mensaje de que todavía es posible lograr un pacto "en los próximos días o semanas". Eso sí, se ha presentado ante los 27 líderes de la UE con las manos vacías y sin las nuevas y creativas propuestas que le solicitó el martes el presidente Donald Tusk.

Tras el intento fallido de los negociaciones del pasado domingo, la dirigente británica ha optado por poner el acento en los "buenos progresos" cosechados desde la cumbre de Salzburgo, que también terminó en fiasco y con la prensa británica calificando de humillación el rechazo a las propuestas británicas. "Hemos resuelto casi todas las cuestiones en el acuerdo de salida pero todavía está la cuestión de la solución para Irlanda del norte. Trabajando intensamente y estrechamente podemos lograr ese acuerdo. Creo que un acuerdo es posible y ahora es el momento de conseguirlo", ha explicado a su llegada, minutos antes de trasladar el mismo mensaje a sus colegas europeos.

Ha sido durante una intervención breve, de 15 minutos, en la que se ha mostrado dispuesta a examinar la posibilidad de extender el período transitorio de 21 meses pactado entre la UE y el Reino Unido y que expirará, en principio, el 31 de diciembre de 2020. Una idea planteada por el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, durante las conversaciones de las últimas semanas para desbloquear las conversaciones y que podría generar nuevas tensiones con los euroescépticos ya que implica que Londres seguirá pagando más tiempo al presupuesto europeo, sin poder negociar acuerdos comerciales y sin voto en el Consejo.

A seis meses del divorcio, que tendrá lugar el 29 de marzo de 2019, el problema radica en que ni Londres ni Bruselas han conseguido encontrar la fórmula técnica y política que evite el regreso de una frontera física entre Irlanda e Irlanda del norte y de los controles fronterizos y aduaneros en la isla, que pueden poner en riesgo la pervivencia de los Acuerdos de paz de Viernes Santo. Ninguna de las “creativas” propuestas planteadas por Barnier ha superado el filtro británico y los 27 han constatado durante una cena de trabajo posterior -ya sin Theresa May en la sala- que todavía "no hay progresos suficientes".

Crece la impaciencia

Aún así, los 27 siguen por el momento dispuestos a dar el tiempo y margen que reclaman Barnier y May para intentar evitar una ruptura caótica. "Necesitamos tiempo, mucho más tiempo y seguiremos trabajando en las próximas semanas con calma y paciencia", ha explicado Barnier. "Soy cautelosamente optimista de que en las próximas semanas Barnier y el equipo negociador británico conseguirán concluirlo", ha respondido el primer ministro holandés, Mark Rutte. A lo que ya no se comprometen los 27, según fuentes europeas, es a convocar la cumbre de noviembre que Tusk sugirió en Salzburgo. Solo habrá cita "si y cuando" el negociador francés, con quien han cerrado de nuevo filas, constate que hay progresos suficientes. 

Mientras tanto, la impaciencia empieza a hacer mella entre los mandatarios europeos. "Estoy dispuesto a venir las veces que haga falta para encontrar una solución pero no estoy aquí para comentar y tomar un café. Todos tenemos que movernos juntos. No solo debe haber esfuerzos de una parte", ha recordado el luxemburgués Xavier Bettel. "Tengo un mensaje doble: de confianza y de urgencia. Confianza porque ha habido progresos y vemos la voluntad colectiva de avanzar pero todavía no lo hemos logrado y es ahora cuando hay que decidir. Es urgente encontrar un acuerdo sobre el Tratado de salida que es indispensable. Es la etapa para los próximos días y semanas", ha avisado el presidente francés, Emmanuel Macron que considera crucial acelerar las negociaciones y que May exponga con claridad sus límites. "Debe decirnos qué lo que puede aceptar teniendo en cuenta sus equilibrios políticos", ha avisado.

Planes de contingencia frente al caos

El problema, según la presidenta lituana, Dalia Gribauskaite, es que ni los británicos tienen claro lo que quieren. “Mantener un pie en Reino Unido y otro en el continente europeo no es posible. Nosotros ya hemos dado pasos. Necesitamos saber lo que quieren. Todavía es un gran secreto”, ha reconocido. Es lo que debe despejar de una vez por todas la primera ministra británica para evitar lo que ningún líder europeo descarta ya: una salida del Reino Unido caótica. De hecho, la cumbre del ‘brexit’ de este miércoles también ha servido para empezar a hablar al máximo nivel político sobre los planes de contingencia que prepara la Comisión Europea para garantizar la estabilidad en caso de que las negociaciones naufraguen. "Los preparativos están ahí no como juego táctico para meter presión sino simplemente porque para todos los actores afectados por este riesgo la cuenta atrás ha comenzado", sostienen fuentes diplomáticas europeas. La cautela sigue siendo máxima pero de momento, la conclusión generaliza, es que "hay tiempo" para seguir buscando el acuerdo.

Sánchez, con Juncker y Tusk

<span style="color: rgb(34, 34, 34); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Además de hablar del ‘brexit’, la primer jornada de la cumbre le ha permitido al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, poner sobre la mesa uno de los asuntos que más preocupan estos días a su Ejecutivo: el presupuesto de 2019. Sobre ello ha hablado con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, durante un encuentro bilateral previo a la cumbre en el que, según fuentes de Moncloa, el luxemburgués le ha trasladado una “impresión muy positiva de las cuentas españolas frente a las presentadas por otros países, Italia, en concreto”. Sánchez también se reunido con Donald Tusk con quien ha hablado de inmigración.</span>