cumbre de la UE

May llega a Bruselas con el respaldo de su Gobierno en plena crisis política

primera ministra britanica theresa may

primera ministra britanica theresa may / periodico

Begoña Arce

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Theresa May viaja este miércoles a Bruselas con el respaldo de su Gobierno para negociar la posible estrategia que permita desbloquear la negociación del ‘brexit’, sobre la frontera en Irlanda. Los ministros rebeldes que amenazaban con dimitir la víspera de la cumbre ignoraron el llamamiento a la sublevación lanzado por algunos cabecillas euroescépticos, como el exministro para el ‘brexit’, David Davis. La revuelta interna, aunque no resuelta, quedó aplazada hasta un momento más propicio. May volvió a ganar tiempo, como hizo anteriormente, en otros momentos críticos de su plan y su mandato. Una estrategia que sigue conduciendo a un callejón sin salida.

La primera ministra se dirigirá a los líderes europeos antes de la cena que estos celebrarán y a la que May no está invitada. Ante esta audiencia poco receptiva, tratará de que retiren la exigencia de que Irlanda del Norte quede dentro de la unión aduanera europea en caso de que no haya acuerdo sobre la futura relación comercial durante el periodo de transición. Esa salvaguarda según Bruselas debe ser permanente, como medida de seguridad. May pide que sea un arreglo temporal, por miedo a que el país permanezca en un tipo de unión aduanera indefinidamente. Unionistas y euroescépticos conservadores no aceptan tal solución. Tampoco el que la región norirlandesa tenga un estatus diferente dentro del mercado interno de Reino Unido. En Bruselas requieren que los británicos presenten “algo suficientemente creativo para romper el bloqueo”.

Unidad y firmeza

May reunió en la mañana del martes a los miembros de su Gabinete durante casi tres horas y les pidió “unidad” y “firmeza”. “Estoy convencida de que si nosotros, como Gobierno, permanecemos unidos y nos mantenemos firmes, podemos conseguir esto”, les dijo. De acuerdo con su portavoz, los presentes acordaron que el Reino Unido “no puede mantener la salvaguarda indefinidamente”. Los ministros discutieron “la necesidad de un mecanismo para clarificar y definir cómo esa salvaguarda va a terminar”.   

'Complot de la pizza'

Ninguno de los convocados, según la oficina de la primera ministra, amenazó con dimitir. La decisión de evitar una confrontación abierta con May y abrir una crisis política interna en este momento crítico de la discusión con la UE se tomó la noche anterior. En torno a unas pizzas de encargo, ocho ministros euroescépticos, casi un tercio del Gabinete, participó en una cena conspiratoria, para coordinar sus tácticas. El llamado ‘complot de la pizza’ lo había organizado la líder conservadora de la Cámara de Comunes, Andrea Leadsom. Entre los que acudieron se encontraban el ministro para el ‘brexit’, Dominic Raab, y el titular de Exteriores, Jeremy Hunt. Lo pactado fue evitar la confrontación y darle a May más tiempo. “La primera ministra está haciendo un trabajo muy complicado y la apoyo completamente para que pueda llevarlo a cabo”, diría camino del consejo de ministros Leadsom, una de los cuatro euroescépticos, que habían amenazado con dimitir si May cedía ante la UE en el desacuerdo sobre la frontera de Irlanda.  

Ya basta

En Dublín, el primer ministro irlandés, Leo Varadkar dijo estar “molesto y preocupado, por el hecho de que no hayamos podido hacer el progreso que necesitamos urgentemente. Las diferencias entre las distintas posiciones son significativas y el tiempo se acaba”. Nigel Dodds, diputado del Partido Democrático del Ulster (DUP) advirtió que su formación “no quiere abandonar al Gobierno y permitir que Jeremy Corbyn” se convierta en primer ministro. “No queremos empujar hacia una elección general, pero llega un punto en el que debes decir, ya basta”.