negociación en marcha

Theresa May exhorta a la Unión Europea a superar el problema de la frontera en Irlanda

La primera ministra británica insiste en que no aceptará nada que amenace la integridad del Reino Unido

La primera ministra británica, Theresa May, aplaude durante una intervención en la Conferencia anual del Partido Conservador.

La primera ministra británica, Theresa May, aplaude durante una intervención en la Conferencia anual del Partido Conservador. / periodico

Begoña Arce

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La primera ministra, Theresa May, pidió el lunes al Unión Europea que no permita el que las diferencias sobre la frontera en Irlanda del Norte den al traste con las negociaciones del ‘brexit’. “No podemos dejar que esta discrepancia descarrile las posibilidades de un buen acuerdo y nos deje sin acuerdo alguno, algo que nadie quiere”. A pesar del nuevo parón en las discusiones en vísperas de cumbre crucial del miércoles en Bruselas, May cree “factible” llegar a un pacto y pidió “mantener la cabeza fría”, en una intervención inesperada y urgente en la Cámara de los Comunes.

 La falta de una solución a la frontera de Irlanda incrementa sin embargo las posibilidades de que el Reino Unido se marche sin acuerdo. “No podemos aceptar  nada que amenace la integridad del Reino Unido”, repitió May en varias ocasiones. “Tengo muy claro que no vamos a estar atrapados permanentemente en territorio de la unión aduanera, que nos impida hacer acuerdos comerciales”, señaló. Esa fórmula  "debe ser temporal”.

Negociación caótica

El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, acusó al gobierno de haber liderado una negociación caótica. “Casi casi dos años y medio del referéndum, dieciocho meses después de activar el Artículo 50 y con menos de seis meses para concluir, ¿Qué es lo que puede mostrarnos?”, preguntó.

La intervención de la primera ministra se produjo el día después de la reunión fallida en Bruselas entre el jefe negociador de la UE, Michel Barnier y el ministro británico para el ‘brexit’, Dominic Raab. La crisis política en el Reino Unido ha llevado a un nuevo bloqueo de las negociaciones. El partido conservador no va a aceptar que el Reino Unido permanezca en la unión aduanera, a fin de evitar la frontera física entre el norte y el sur de Irlanda. May habla de medida temporal, pero no se comprometió el lunes a dar una fecha definitiva en la que acabaría la medida.

Amenazas de dimisión

La situación en Westminster es extremadamente volátil. May se halla aislada y con presiones y enemigos en todos los frentes. Hay diputados que reclaman un segundo referéndum. Otros, como los ministros defensores de la línea dura debían reunirse el lunes por la noche convocados por Andrea Ledsom, una de las tres ministras de May, que junto a Penny Mordaunt y Esther McVey, amenazan con dimitir, incluso este mismo martes, si May no abandona su plan.

También el lunes por la noche debían cenar en privado en Dublín el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, y la líder del Partido Democrático Unionista (DUP), Arlene Foster. Los norirlandeses sostienen al gobierno de May con sus diez diputados, pero aseguran que retirarán su apoyo si las reglas del acuerdo implican un trato diferente para Irlanda del Norte del resto del Reino Unido. Varadkar considera que el acuerdo sobre el ‘brexit’ puede retrasarse hasta diciembre, algo bastante probable. Para completar el laberinto irlandés, la líder del Sinn Féin, Mary Lou McDonald, anunció que pedirán un referéndum sobre el futuro de Irlanda del Norte, si el ‘brexit’ acaba sin acuerdo, porque en ese instante se erigirá una frontera dura con la UE, bajo las normas de la Organización Mundial de Comercio. La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, pidió por su parte la extensión del periodo transitorio, porque un “’brexit’ con los ojos vendados” es inaceptable.