ENCUENTO EN ROMA

La FAO pide afrontar la hambruna y la obesidad como "problemas de Estado"

La cumbre del Comité Mundial para la Seguridad Alimentaria reclama un enfoque multisectorial de los problemas de nutrición

Venezolanos hacen cola frente a una pintada con la palabra 'hambre', en Caracas.

Venezolanos hacen cola frente a una pintada con la palabra 'hambre', en Caracas. / .44426920

Rossend Domènech

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Cada noche 821 millones de personas se acuestan sin haber comido lo sufiente, que a veces es una sola taza de arroz hervido. Al mismo tiempo, 672 millones de adultos de los llamados países desarrollados se van a la cama con muchos más kilos de cuantos necesitarían para vivir bien, al tiempo que toman medicamentos o siguen costosas dietas para adelgazar.

Se trata de una paradoja frente a la que, según FAO, la Agencia para la Agricultura y los Alimentos de la ONU, con sede en Roma, considera que no tendrá remedio "mientras se siga pensando que la nutrición es un problema individual y no una responsabilidad del Estado". Lo ha dicho José Graziano da Silva, el exministro brasileño que implantó en su país el programa hambre ceroy que tras ser nombrado director de la FAO, intenta aplicarlo en todo el mundo.

A partir de este lunes la sede de la FAO acoge la reunión del Comité para la Seguridad Alimentaria (CSA), que contará con la presencia de representantes de 450 países e instituciones internacionales. El encuentro ha sido precidido por otra cumbre de las oenegés que se ocupan del mismo problema. Según Da Silva, el hambre y la nutrición "requieren un enfoque multisectorial, que involucre no solo a los gobiernos, sino también a los organismos internacionales, la sociedad cicil, el sector privado y los ciudadanos en general".

Sostenibilidad

Con la llegada de Da Silva, la FAO se planteó erradicar el hambre en el mundo en el 2015, un objetivo que se ha retrasado ahora al 2030. Una meta que debería ser fácil de alcanzar,  teniendo en cuenta que cada año se tiran a la basura 1.300 millones de toneladas de comida, es decir un tercio de cuanto se produce.

"A menudo nos centramos en el aumento de la producción [de alimentos], que necesariamente tendrá que adaptarse al cambio climático y ser más sostenible, pero debemos cambiar los sistemas alimentarios y adaptar los marcos legales e institucionales que la condicionan", ha dicho Da Silva.

En los últimos años, a partir del nacimieno de la comida industrial, los hambrientos han aumentado de 804 millones a 821, mientras que los obesos o malnutridos han subido del 11,7% al 13,3% de la población. Lo que significa que hay más hambrientos y más personas que ingieren la llamada comida basura.

Seguridad alimentaria

El comité CSA es la principal, por no decir única plataforma mundial que reúne a todas las partes interesadas con miras a garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición de todos. Los programas de la FAO han permitido que 400 escuelas de Guatemala adopten programas de alimentación equilibrada y esperan llegar a 35.000 centros de enseñanza. Lo han conseguido con iniciativas como la de crear un huerto en cada escuela.

Bertrand Simon, chef, bloguero, escritor y profesor en su Francia natal, explica que la sociedad come "lo que la industria coloca en el mercado con el consentimiento de las autoridades públicas". Akuilina Ihurre, que afirma no conocer su edad exacta aunque va más allá de los 60, aprendió agricultura en los centros FAO de Sudán del Sur, país en guerra permanente. Ahora es una de las 800 personas que en Guinea Ecuatorial sigue estudiando en una de las 60 escuelas de la institución de la ONU. Son 30 agricultores, 20 de ellos mujeres, porque en África son las féminas quienes se encargan mayoritariamente de los huertos familiares, único medio de subsistencia.

Selina Juul es danesa y fundadora del movimiento Stop Wasting Food. Forma parte de la Plataforma de la UE sobre pérdidas y desperdicio de alimentos.  Su objetivo es acabar con las sobras de alimentos en su pais, consiguiendo que en los últimos seis años se hayan ahorrado 14.000 toneladas de desperdicios alimentarios. El problema ya no es individual, como afirma el Director de Fao, "sino de los estados".