Periodista desaparecido

EEUU, Reino Unido y Turquía presionan a Arabia Saudita por el caso Khashoggi

Recep Tayyip Erdogan y Donald Trump han sido muy críticos por la postura que ha asumido el régimen saudí ante esta situación

Un manifestante muestra la foto de Jamal Khashoggi en una protesta frente al consulado de Arabia Saudí en Estambul.

Un manifestante muestra la foto de Jamal Khashoggi en una protesta frente al consulado de Arabia Saudí en Estambul. / periodico

El Periódico

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La presión internacional sigue creciendo en contra de Arabia Saudita por el caso del periodista saudita desaparecido Jamal Khashoggi y nuevamente el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió que su país no se quedará callado, mientras su homólogo estadounidense, Donald Trump, aseguró que iban a mantenerse "muy firmes" en las exigencias para conocer lo que realmente ocurrió.

Trump señaló que investigadores estadounidenses trabajaban junto a Turquía y Arabia Saudita en el caso, pero fuentes diplomáticas turcas desmintieron poco después cualquier participación de Washington en las investigaciones.

"No podemos permitirlo. Hemos sido muy firmes y tenemos investigadores allí trabajando con Turquía y también con Arabia Saudita", había señalado el mandatario estadounidense en el programa "Fox and Friends".

Su prometida, Hatice Cengiz, pidió ayuda al presidente Donald Trump, quien dijo a la prensa en Washington que mantuvo contactos "al más alto nivel, una vez más con los sauditas”, respecto al caso del periodista y aseguró el mandatario: "Estamos decepcionados por lo que está pasando. No nos gusta" y "queremos saber qué está sucediendo allá".

El periodista crítico con el poder en Riad y colaborador del diario The Washington Post no ha dado señales de vida desde que el 2 de octubre ingresó al consulado de su país en Estambul, adonde se presentó para obtener un documento relacionado con su próximo matrimonio con una mujer turca.

Planearon una trampa

Según The Washington Post, los servicios de inteligencia estadounidenses tenían información de un plan saudita, que implicaba al príncipe heredero Mohamed Bin Salmán y que consistía en tenderle una trampa para detenerlo.

Según el diario, el periodista de 59 años, quien optó por vivir en Estados Unidos, habló con varios amigos de su confianza respecto a las propuestas que le hicieron responsables sauditas. Según estas versiones, le habrían ofrecido protección e incluso un trabajo de alto nivel. Sin embargo, un portavoz del departamento de Estado estadounidense, Robert Palladino, desmintió que Washington haya tenido información previa sobre la desaparición del periodista.

El ministro de Relaciones Exteriores británico, Jeremy Hunt, advirtió por su parte que las autoridades sauditas se exponían a "serias consecuencias" en caso de responsabilidad en la desaparición o posible asesinato del periodista. "Habrá serias consecuencias porque nuestra amistad y nuestra cooperación se basan en valores comunes", declaró Hunt a la AFP.

Sistemas de videovigilancia más avanzados

Por el lado turco, varios medios difundieron imágenes de las cámaras de seguridad filmadas afuera del consulado, que muestran al periodista entrar y luego varios vehículos que entran y salen, pero los sauditas sostienen que las cámaras del consulado no estaban funcionando ese día.

El presidente Erdogan se mostró escéptico en declaraciones divulgadas en las cuales afirmó que Arabia Saudita tiene los sistemas de videovigilancia "más avanzados" y aseguró que “si sale un mosquito (del consulado), sus sistemas de cámaras lo van a interceptar", dijo a periodistas a bordo del avión que lo trasladaba después de una visita en Budapest. "Este incidente se desarrolló en nuestro país. No podemos quedarnos callados", agregó.

La cadena pública turca en inglés TRT World, informó el martes pasado que las autoridades turcas sospechan que un grupo de sauditas que llegó a Estambul el día de la desaparición del periodista se fue del país con las imágenes de videovigilancia de la legación.

La polémica sobre el posible asesinato

Erdogan prefirió la prudencia cuando fue consultado sobre las afirmaciones de responsables turcos que dijeron que Khashoggi fue asesinado en el consulado por agentes sauditas. "No es justo que yo comente suposiciones, pero tenemos nuestras preocupaciones", dijo.

Y desde que estalló el caso, las cuentas de Twitter prosauditas han hecho acusaciones confusas contra Catar, rival regional de Riad y aliado de Ankara, los Hermanos Musulmanes o incluso su prometida turca de haber inventado esta historia para desacreditar a Arabia Saudita.

Después que el diario oficialista turco Sabah divulgó el nombre, la edad y las fotografías de 15 hombres presentados como el "equipo de asesinato" enviado por Riad, los medios y cuentas en las redes sociales pudieron identificar a gran número de ellos como agentes de los servicios de seguridad o cercanos del príncipe heredero.

Mientras tanto, las autoridades turcas obtuvieron el martes pasado la autorización para registrar el consulado saudita, pero hasta ahora no se ha realizado.