ALERTA EN EEUU

El huracán 'Michael' deja un rastro de devastación en Florida

La tormenta deja cientos de casas destrozadas y al menos seis fallecidos mientras avanza hacia las Carolinas

Una casa aplastada por árboles arrancados por el huracán, en Columbia.

Una casa aplastada por árboles arrancados por el huracán, en Columbia. / periodico

Ricardo Mir de Francia

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El huracán 'Michael' ha cumplido con las predicciones más agoreras. Le bastaron 10 horas de extrema exhibición de fuerza para que la vida de decenas de miles de personas en el noroeste de Florida quedase completamente pulverizada, convertida en un amasijo de destrucción. Tras una noche aterradora, las imágenes aéreas de las televisiones mostraron un paisaje de guerra en localidades costeras como Panama City y Mexico Beach, donde el 'Michael' tocó tierra poco después del mediodía del miércoles. Barrios enteros quedaron hechos añicos por la crecida de las mareas y unos vientos que se acercaron a los 250 kilómetros por horaDos personas han muerto, una cifra casi milagrosa dada la extraordinaria virulencia del huracán.

Tras atravesar Florida, Georgia y partes de Alabama, el 'Michael' avanzaba el jueves de camino de las Carolinas, menos de un mes después de que el 'Florence' inundara extensas regiones de ambos estados, matara a 45 personas y dejara un reguero de desplazados. En su trayectoria ha perdido fuerza. Ha sido rebajado a tormenta tropical, pero sigue dejando suficiente agua y viento para que el peligro se mantenga. En los anales de las catástrofes naturales, el 'Michael' ocupará un lugar prominente. Al tocar tierra en Florida, rozaba la categoría 5, la máxima en la escala que mide los huracanes, alimentado por una presión atmosférica bajísima y unos vientos como pocas veces se han visto desde que hay registros. Esa suma de factores lo han convertido en el cuarto huracán más potente y devastador en la historia de Estados Unidos.

Montañas de escombros

Las imágenes que llegan de las costas de Florida, donde hay más de 200 carreteras cortadas por los árboles y los postes eléctricos abatidos, dan fe de su poder de destrucción. Cientos de casas han sido destruidas en Mexico Beach, una localidad costera de 1.200 habitantes, y las que siguen en pie son esqueletos atrofiados y rodeados de pilas escombros. Según los medios locales, el olor a gas impregna el paisaje y barcos y coches desvencijados dificultan el paso.

Algo parecido al rastro que el huracán habría dejado en Panama City, una pequeña ciudad de 36.000 habitantes. “Es difícil describir con palabras las dimensiones de la catástrofe en Panama City”, ha escrito en las redes sociales Josh Morgerman, un veterano ‘cazador de huracanes’. “Parece como si una bomba nuclear hubiera estallado en la ciudad. Estoy completamente abrumado por la escala de la destrucción”. La Casa Blanca ya ha declarado la zona catastrófica en Florida para movilizar cuantos antes los fondos federales para la reconstrucción. Cuatro hospitales y 11 asilos de ancianos han tenido que cerrar tras sufrir serios desperfectos. Solo en Florida, unas 400.000 personas están sin luz.

En busca de más víctimas

“Nunca he vivido nada semejante”, le dijo al 'Miami Herald' un vecino de Panama City. “Sonaba como si 40 motores de reacción rugieran juntos”. Es pronto para tener un diagnóstico fiable de lo sucedido porque el radio de devastación se extiende por varios estados. Los equipos de emergencia trabajan a destajo y queda mucho para que puedan comprobar si hay cuerpos debajo de los escombros. Hasta ahora se han contabilizado seis fallecidos. Un hombre murió en Greensboro (Florida) después de que un árbol aplastara el tejado de su casa. En Georgia falleció una niña de 11 años después de que su casa, una ‘motor-home’, fuera aplastada por un torrente de escombros, según medios locales.

El gobernador de Florida ha pedido a la población evacuada que no vuelva todavía a sus casas. “Todo el mundo tiene que mantenerse alejado de las carreteras. Hay postes tumbados de la luz: no los toquen. Hay muchos árboles abatidos: no se hagan daños. Si utilizan generadores, asegúrense de utilizarlos correctamente”, ha dicho Rick Scott. El gobernador ha querido también enviar un mensaje de optimismo a la población. “Nos vamos a recuperar y lo haremos trabajando juntos”.

El 'Michael' ha sorprendido a los meteorólogos por la rapidez con la que pasó de ser una tormenta tropical a un huracán de categoría 4. Lo hizo en solo dos días, lo que apenas dejó margen a las autoridades para concienciar de sus peligros a la población y movilizar los recursos necesarios para hacerle frente.