culto al líder

China dedica un concurso de TV a la vida y milagros del presidente Xi

presidente chino xi jinping

presidente chino xi jinping / periodico

Adrián Foncillas

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“El presidente Xi tenía 15 años cuando fue enviado al pueblo de Liangjiahe, en la provincia rural de Shaanxi, para vivir con los agricultores. Ya entonces tenía sed de conocimientos e incluso anduvo 15 kilómetros para pedir prestado un libro. ¿Cuál era?”. Si no sabe la respuesta, no intente participar en la nueva apuesta de ocio televisiva china. Y si no le interesa la vida, obra y pensamiento de Xi Jinping, no lo sintonice. Era el 'Fausto' de Goethe, por cierto. Ahí va otra: ¿Con qué frase dijo que Xi que se podía resumir toda la profundidad del marxismo? Con la lucha por la liberación de humanidad, por supuesto.

Se llama algo así como “El socialismo mola: Estudiando a Xi en la Nueva Era” y se emite los domingos por la noche en la televisión de Hunan, una de las cadenas más vistas del país e inclinada a los jóvenes. El tema ya ocupó la primera temporada pero a aquellos paneles de sesudos expertos les faltaba nervio. El formato de la temporada recién estrenada es un concurso con público vociferante, presentador entusiasta, mareantes focos de colores y música estruendosa. Todo al servicio de Xi, alfa y omega de la política china y beneficiario de un desaforado culto a la personalidad. El último episodio versó sobre la Nueva Ruta de la Seda, su elefantiásico proyecto global de infraestructuras. Los siguientes tratarán sobre el origen de las teorías de Xi, cómo han cambiado ya la sociedad y qué significarán en el futuro.

Prestigiosas universidades

De concursante no vale cualquiera. Los primeros programas se han nutrido de profesores y estudiantes de las más prestigiosas universidades. También participa el público y el porcentaje de su acierto fija el valor de cada pregunta. Reputados académicos y líderes del partido ejercen de jurado y decodifican los conceptos más complejos del pensamiento de Xi. No hay premios en metálico ni otras fruslerías pequeñoburguesas sino la socialista satisfacción del reconocimiento popular.

El programa acumula cebos para la audiencia juvenil como robots en el plató o un Karl Marx de dibujos animados. Al Gobierno le desvela la inclinación de los millenials hacia la cultura occidental y el programa, diseñado por la cúpula del partido de Hunan, pretende sumergirlos en las esencias revolucionarias. La reacción en las redes sociales sugiere un entusiasmo moderado. Algunos denuncian que las respuestas están preparadas y otros bromean con la reeducación que les espera a los peores concursantes para adecuarlos a “la Nueva Era”. 

A la altura de Mao

Xi exigió el “estudio masivo” de la doctrina socialista en el XIX Congreso del partido celebrado el pasado año. De ahí salió aupado a la altura de Mao y con su ideario grapado a la Constitución. Bastaron unos días para que una cuarentena de universidades crearan sus centros para analizarlo e impartirlo. Los 89 millones de afiliados al partido, los estudiantes o los trabajadores de fábricas tienen que lidiar con el “Pensamiento de Xi Jinping sobre una nueva era de socialismo con características chinas”. Son 14 puntos que alternan conceptos ampulosos y vagos como la “vida armoniosa entre el hombre y la naturaleza” con enfáticas aclaraciones sobre la “absoluta autoridad del partido” en todos los órdenes de la vida.

El liderazgo omnímodo de Xi ha revertido la tendencia de trasladar el foco del presidente hacia el partido para evitar las tropelías maoístas. Xi ha terminado con la fórmula del “primero inter pares” e incluso ha empequeñecido al primer ministro, Li Keqiang, presunto encargado del área económica. No ha habido ningún líder chino con tanto poder en las últimas décadas.