ENCRUCIJADA EN EL REINO UNIDO

Los laboristas pedirán elecciones generales si no hay pacto para el 'brexit'

Corbyn propone a May una salida alternativa de la Unión Europea con una serie de condiciones

El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, durante la Conferencia Anual del Partido Laborista, en Liverpool.

El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, durante la Conferencia Anual del Partido Laborista, en Liverpool. / periodico

Begoña Arce

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"Cuando nos volvamos a encontrar por estas fechas el próximo año, lo haremos como Gobierno laborista". Con esa promesa, ante una sala que le aclamaba, con un entusiasmo que ningún otro líder británico despierta, Jeremy Corbyn clausuró en Liverpool la conferencia anual del partido. El infatigable izquierdista de 69 años pidió la celebración de unas elecciones generales si los diputados en la Cámara de los Comunes rechazan el plan de la primera ministra, Theresa May, para el brexit --conocido como Chequers--, o si las negociaciones con Bruselas acaban sin acuerdo.

"Tal como está, los laboristas votarán contra el plan de Chequers, o lo que quede de él, y se opondrán a que dejemos la Unión Europea sin acuerdo", advirtió el dirigente. Esto último, la ruptura sin más, "sería un desastre nacional", dijo. "Por eso si el parlamento vota contra el acuerdo Tory, o el gobierno no alcanza un acuerdo, presionaremos en favor de una elección general", declaró el jefe de la oposición entre aplausos.

Después, como de pasada, Corbyn añadió que, si finalmente no hay nuevos comicios, "todas las opciones están sobre la mesa". Esa fue la única referencia velada a la posibilidad de un segundo referéndum, que divide al partido y ha dominado la conferencia.

Oferta de 'brexit' a May

Corbyn lanzó una oferta a la primera ministra para sortear el colosal laberinto en que se ha convertido la salida de la Unión Europea para el Reino Unido. May tiene escasas posibilidades de superar una votación en el parlamento, donde medio centenar de sus propios diputados ya han anunciado que se opondrán al plan de Chequers .“Con el brexit está en juego el futuro de nuestro país y nuestros intereses vitales. No se trata de peleas por el liderazgo o el postureo parlamentario”, reprochó a los conservadores.

El jefe de la oposición ofreció su respaldo a un plan que acepte determinadas condiciones. "Si usted --dijo dirigiéndose a May-- logra un acuerdo que incluya la unión aduanera, sin una frontera dura si protege el empleo, los derechos de la gente en el trabajo, el medio ambiente y el nivel de consumo, entonces apoyaríamos ese acuerdo tan sensato. Un acuerdo que respaldaría la mayoría de las empresas y también los sindicatos”.  

Cambio radical de la economía

El brexit ha dominado una conferencia laborista, cuyo objetivo primordial era presentar al país a un partido listo para gobernar, aunque esas elecciones anticipadas con las que sueñan los corbynistas son algo que los conservadores están dispuestos a evitar a toda costa.  Tranquilo, muy relajado, disfrutando del momento, Corbyn prometió que desde el poder acabaría con un "capitalismo codicioso" y cambiaría radicalmente la dirección de la economía británica, para "reconstruir y transformar el país".

Su programa económico incluye la creación de más de 400.000 puestos de trabajo en industrias ecológicas y energías alternativas. Los laboristas promulgarían una ley que obligue a las empresas de más de 250 empleados a ofrecer a los trabajadores acciones en la compañía. También proponen nacionalizar la industria del agua y el sistema ferroviario.

"Este mes, hace diez años, el capitalismo financiero desregulado, alabado por una generación como el único modo de gestionar la economía moderna, se estrelló contra la tierra, con consecuencias devastadoras”, recordó Corbyn. El dirigente reprochó a las "élites políticas y corporativas" el no haber cambiado de estilo.

En su programa, la oposición británica promete  dedicar más dinero a los servicios públicos, extender la ayuda gratuita para el cuidado de los niños de entre 2 y 4 años y construir miles de viviendas sociales. Corbyn cargó duramente contra los ocho años de recortes de los conservadores, una  política de austeridad que debe acabar. "Cada mes que este gobierno continue en el poder, peor irán las cosas", ha afirmado, acusando a los Tories de haber empujado a la NHS, la sanidad pública, a una crisis que también afecta a los servicios mentales. "Esto debe terminar y con los laboristas terminará".

Llamada a la unidad

Corbyn respondió a las acusaciones de antisemitismo, la disputa que ha empañado a lo largo del verano al partido y, "ha herido profundamente y ha causado una gran ansiedad en la comunicada judía" . Aseguró que la formación, "luchará siempre, de manera implacable, contra antisemitismo y racismo en todas sus formas".  Más tarde, al hablar de política exterior, Corbyn dejó claro que, los laboristas, reconocerán "el Estado Palestino, tan pronto" como lleguen al poder, palabras recibidas con entusiasmo por la militancia.

A ellos se dirigió Corbyn cuando hizo un llamamiento a la unidad del partido. "La verdadera unidad está basada en la libertad de no estar de acuerdo y debatir y luego aceptar juntos la decisión tomada democráticamente, como hemos hecho esta semana". Es necesario, pidió, a las bases jóvenes y los militantes de toda la vida, "acabar con los abusos, en internet y en persona, escuchar más y gritar menos". "Vamos juntos por el mismo camino y sólo podemos completar ese camino juntos", aseveró.