tensión en asia

EEUU castiga a China con la venta de armas a Taiwán

venta de armas de eeuu a taiwám

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Adrián Foncillas

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La guerra comercial se le queda corta a Estados Unidos. Fríe a China con aranceles y también arma a su isla rebelde. La confrontación entre las dos grandes potencias añade un capítulo diario sin que se entrevea un final dialogado a corto plazo. Incluir a Taiwán en la ecuación demuestra que Washington sabe dónde tiene China su hígado y lo golpea sin compasión. Para Pekín es un golpe bajo imperdonable.

China ha protestado por la venta de armas a Taiwán con más decibelios de los que habían merecido meses de guerra comercial. "Urgimos a Estados Unidos a cancelar inmediatamente este contrato y cortar los lazos militares con Taiwán para evitar un daño serio en las relaciones bilaterales", bramó el portavoz del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang. El Ministerio de Defensa, por su parte, advirtió de que la venta de armas "interfiere en los asuntos internos y daña la soberanía y los intereses de seguridad de China". Ningún asunto es más delicado para China que su soberanía.

Cooperación

La medida fue aplaudida en la otra orilla del estrecho de Formosa. "Apreciamos que Estados Unidos atienda la seguridad nacional de Taiwán", señaló el portavoz gubernamental, Alex Huang. Este aludió a los seis compromisos firmados en tiempos de Ronald Reagan y que colocan a la isla bajo el paraguas militar estadounidense frente a la amenaza china. "Continuaremos incrementando nuestra inversión en defensa nacional, mejorando nuestra industria armamentista y desarrollo tecnológico y colaboraremos de forma muy cercana con Estados Unidos", añadió Huang.

Detrás está el contrato de 330 millones de dólares anunciado el lunes por el Pentágono. La operación no es relevante si atendemos a que solo comprende piezas de repuesto para cazas F-16 bombarderos pero no suma ningún nuevo aparato a la flota taiwanesa. No es comparable, por ejemplo, a la primera operación con Donald Trump en la Casa Blanca, que incluyó misiles torpedos por valor de 1.400 millones de dólares. Pero bastan dos puntos para fijar una trayectoria y la última operación demuestra las intenciones de Trump. George W. Bush y Barack Obama habían reducido las ventas de armas a Taiwán para no soliviantar a Pekín.

Bloqueo

La cadena de acontecimientos sugiere que la batalla ha alcanzado el sensible territorio de la seguridad. Estados Unidos ya había castigado a China la semana pasada por comprar armas rusas saltándose el embargo impuesto a Moscú por la anexión de Crimea y sus presuntas maniobras turbias en las últimas elecciones presidenciales. No es una casualidad que China fuera a desplegar esos cazas Su-35 y misiles S-400 rusos al estrecho de Formosa. Las sanciones estadounidenses recaen sobre el Departamento de Desarrollo de Armamento (EDD, por sus siglas inglesas) y su director, Li Shangfu.

Ambos han sido incluidos en la lista de personas e instituciones bloqueadas, lo que implica el congelamiento de sus bienes en Estados Unidos, la prohibición a sus nacionales de cerrar negocios con ellos y su exclusión del sistema financiero nacional. El EDD fue creado por el presidente, Xi Jinping, para modernizar su Ejército y acercarlo a los parámetros occidentales. Tanto Pekín como Moscú advirtieron a Washington de que pagaría las consecuencias si seguía con sus políticas arrogantes.

La esfera militar ha sido contagiada por lo que empezó como un intercambio de aranceles. Trump ha desatendido todas las llamadas chinas al diálogo. La guerra comercial alcanzó este fin de semana su penúltimo cénit con la entrada en vigor de las tarifas a exportaciones chinas por un valor de 200.000 millones de dólares. Pekín contestó con un paquete de 60.000 millones de dólares a las estadounidenses.

China ha insistido en resolver las cuitas de forma civilizada en una mesa de negociaciones. El viceministro de Comercio, Wang Showen, ha reiterado la oferta de diálogo pero aclarado que no acudirá "con un cuchillo en la garganta". China acusó días atrás a Estados Unidos de "intimidación económica" y de utilizar tácticas de matones.