CRISIS EN CARACAS

Un 'catalán' en las mazmorras de Maduro

Unos manifestantes colocan un retrato del diputado Juan Requesens, en una pared de Caracas.

Unos manifestantes colocan un retrato del diputado Juan Requesens, en una pared de Caracas. / .44937184

Víctor Vargas Llamas

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Los drones explosivos que el pasado 4 de agosto sobrevolaron el cielo de Caracas con el objetivo de acabar con la vida del presidente venezolano, Nicolás Maduro, tuvieron un plan de vuelo tan breve como fallido fue su desenlace. Un mes y medio después, lo que aún planea sobre el ambiente de ese país y de la comunidad internacional son las turbias circunstancias que rodearon al ataque contra el mandatario. A las voces que cuestionan la veracidad del atentado y que sugieren que fue orquestado por el propio Maduro para justificar un nuevo giro de tuerca en sus políticas represivas debe sumarse la indignación suscitada entre la oposición por la detención de Juan Requesens, uno de los acusados de cooperar en el supuesto magnicidio y diputado electo ente las filas de la oposición de la Asamblea Nacional.

Requesens fue detenido en su casa la noche del 7 de agosto "sin orden de arresto, sin la menor justificación, violentando todo el Estado de derecho y la inmunidad que garantiza su fuero parlamentario", revela su abogado, Joel García. El ordenamiento jurídico venezolano contempla que alguien con dichas prerrogativas solo puede ser detenido si es sorprendido in fraganti en la comisión del delito. Y en tal caso, debe permanecer custodiado en su residencia mientras se notifica la orden al Tribunal Supremo y a la Asamblea Nacional para obtener la autorización preceptiva que avale el procedimiento constitucional.

"Nada de eso se ha respetado. Y se han vulnerado otros derechos fundamentales, como la necesidad de ser presentado ante un tribunal a las 48 horas de su arresto, algo que no ocurrió hasta una semana después. O la posibilidad de comunicarse con su familia, que apenas le ha podido visitar una vez, y de una represenación legal con garantías: sus abogados no le vemos desde el pasado 14 de agosto", detalla el letrado.

Sus familiares sospechan que Requesens "ha sido torturado" y temen que no se estén respetando las necesidades de seguimiento médico que precisa una persona sometida a cirugia bariátrica por problemas de desorden metabolico. "Exijo, como padre y como doctor, que se le someta a una revisión por profesionales de nuestra confianza", explica su padre, Juan Guillermo.

Derechos vulnerados

Tras su detención su entorno y él mismo supieron por fin que se le acusaba de hasta siete delitos por un presunto colaboracionismo al ayudar a escapar hasta la cercana Colombia a uno de los acusados de perpetrar el atentado. “El viaja con frecuencia a Colombia en cumplimiento de uno de sus principales cometidos, el de atender a los refugiados, a la población que ha tenido que emigrar al país vecino porque aquí la situación es insostenible en lo político y en lo económico”, añade el abogado. “El régimen siempre fabula e inventa historias a su conveniencia; de ahí la importancia de que la opinión pública internacional y sus gobiernos conozcan la durísima realidad en este país”, revela Juan Guillermo. Albergan esperanza especialmente del apoyo en Catalunya y en España, dado que Juan es bisnieto de una familia de emigrantes de Mataró.

Para acabar de exaltar los ánimos, el Gobierno de Maduro divulgó un vídeo con una confesión del arrestado que ha soliviantado a su entorno. "He consultado con otros profesionales sanitarios y coincidimos en que el aspecto de mi hijo en esa grabación demuestra que está bajo los efectos de sustancias químicas con las que someter la voluntad del individuo como la escopolamina, o burundanga. Esas sustancias dejan algún tipo de amnesia y él declaró ante la jueza no recordar haber hecho esa confesión", arguye el progenitor. Esta grabación y otra en la que aparece en ropa interior y en malas condiciones higiénicas "ni siquiera han sido consignadas por la fiscalía", dice el padre.

En opinión de las facciones opositoras, al joven político le está pasando factura su activo papel, primero liderando causas estudiantiles y luego "numerosas reivindicaciones en la calle". "Siempre ha sostenido la necesidad de rebelarse contra la lamentable situación del país y de revertirla, pero pacíficamente,  sirviéndose de la Constitución y de los valores democráticos", detalla Juan Guillermo. García denuncia que el régimen de Maduro ha difuminado la separación de poderes hasta dejarlo en uno solo y que ahora conspira contra el Parlamento, el único órgano electo, y el último obstáculo para imponer su voluntad a placer. "Requesens es el primer diputado principal que está preso, pero hay otros dirigentes obligados a exiliarse para eludir la persecución política que sufren", dice el letrado.

Requesens padre coincide y apunta al "carácter psicópata de un régimen dictatorial que se ampara en la represión" en lugar de velar por que la población “deje de hurgar en las basuras para poder comer y tenga servicios sanitarios y educativos de calidad". "Maduro está más ocupado en disfrutar de cenas de lujo en Turquía mientras su pueblo pasa hambre, y en acusar a personas como mi hijo que en preocuparse por la prosperidad del país –revela Juan Guillermo--. Pero estoy seguro de que algún día, quien se siente en la silla de los acusados ya no será mi hijo, sino justo quienes hoy le señalan".