Bolsonaro reaparece con un ataque a Lula y denuncia fraude del PT

Jair Bolsonaro regresó a la vida electoral de  Brasil desde el mismo hospital Albert Einstein donde se recupera del cuchillazo en el abdómen. El candidato de la ultraderecha trató de alzar su trémula voz con ataques contra Luiz Inacio Lula da Silva. Según el ex capitán del Ejército, si Fernando Haddad, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) es elegido presidente “firma en el mismo momento de la investidura el indulto de Lula y lo nombra ministro”. Durante los 20 minutos en los que se comunicó con sus seguidores a través de Facebook, Bolsonaro también denunció que el PT prepara una manobra para evitar que gane los comicios.  “Si se colocan en el lugar del presidiario que está en Curitiba (por Lula), con toda su popularidad, con toda su posible riqueza (…) ¿Usted aceptaría pasivamente ir a la cárcel? ¿Usted no intentaría una fuga?”, se preguntó Bolsonaro. “Si usted no ha intentado huir, es porque tiene un plan B (…) No puedo pensar en otra cosa a no ser que un plan B se concrete con un fraude (…) En la segunda vuelta, el mayor temor no es perder la votación, sino perder por fraude”.

Luego de ser operado en dos ocasiones y de permanecer hospitalizado por 10 días, Bolsonaro, el candidato del Partido Social Liberal (PSL), agradeció  “el apoyo, consideración, cariño, oraciones y confianza” que le han demostrado su seguidores. Pero, por sobre todo, decidió redoblar los esfuerzos para reunir detrás suyo todo el voto “anti Lula”. A ellos les dijo que  “miren lo que está pasando” en Venezuela con la pobreza y la crisis migratoria. Parte del rechazo al ex presidente proviene de los militares y sus familias. Por eso, Bolsonaro le pidió a los “amigos de las Fuerzas Armadas” s que piensen en “quién sería el ministro de defensa de ustedes” en caso de que el PT vuelva al poder.  y pidió que todos los brasileños

Lula interviene en la campaña

A tres semanas de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Bolsonaro espera sin certezas claras el momento del alta médica. “Espero en algunas semanas, si Dios quiere, estar en casa y conversar todas las noches con ustedes durante el horario electoral gratuito para juntos salvar a Brasil”. Lula, en cambio, tiene otro tipo de impedimento. Cumple desde abril una condena a 12 años de prisión en el marco de una causa por corrupción en la que, sostiene el ex mandatario (2003-10), no se pudo presentar una sola prueba en su contra y fue armada para impedir su regreso al poder. Lula no puede grabar videos ni dar entrevistas en Curitiba. Como si fuera un preso político de los tiempos en los que solo funcionaba la comunicación con el exterior a través de pequeños textos que salían de la cárcel con sigilo, el líder del PT les pidió a los más de dos millones de afiliados que salgan a dar a conocer la candidatura de Haddad. “Tenemos una gran misión por delante, es hora de ir puerta por puerta para defender nuestro proyecto”, le pidió.

La figura de Haddad viene creciendo en las encuestas y comparte el segundo puesto con Ciro Gomes, un antiguo aliado de Lula que tiene un 13% de las adhesiones. Nadie descarta a estas alturas que el aspirante del PT pelee la segunda vuelta con Bolsonaro, quien después del atentado de principios de mes en su contra subió en dos puntos la intención de voto y se encuentra en un 26%. De hecho, la reacción del ex capitán pareció dar cuenta de un inminente escenario de polarización con el hombre que Lula designó como representante en las elecciones al verse impedido de participar por haber sido condenado en dos instancias.