MITIN DE REAGRUPACIÓN NACIONAL

Le Pen se jacta del auge de la ultraderecha en Europa

Marine Le Pen, durante su intervención en la localidad francesa de Frejus.

Marine Le Pen, durante su intervención en la localidad francesa de Frejus. / .45059081

Eva Cantón

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La líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, ha reaparecido este domingo en la escena mediática con un agresivo discurso en contra de la política del presidente del país, Emmanuel Macron, que, a su juicio, sigue el dictado de la UE y favorece una "inmigración masiva".

El Frente Nacional, rebautizado como Reagrupación Nacional (RN), ha cambiado de nombre pero no de mensaje. Le Pen ha abierto el curso político en Fréjus, localidad de la costa azul francesa gobernada por los suyos, rescatando el tema de la identidad y los peligros de la inmigración.

Ha criticado que un pueblo pequeño como Chateaudouble, en el sur del país, tenga que alojar a 72 refugiados en un centro de acogida, ha lamentado que no haya dinero para los franceses pero sí para los inmigrantes y ha vinculado, sin dar cifras, la llegada de migrantes con el aumento de la violencia, que ha calificado de "terrorismo doméstico".

Miedo

Además de avivar el miedo, Le Pen ha puesto los mimbres del duelo que le enfrentará a Macron en las elecciones al Parlamento Europeo de mayo del 2019, dos años después de haber caído derrotada ante un líder que la dirigente ve como la quintaesencia de la globalización y el liberalismo.

El pulso volverá a ser entre "populistas y mundialistas", según ha dicho, y Le Pen se considera ahora bien arropada en la escena europea. "El gran movimiento nacional del que somos precursores en Francia gana toda Europa", ha dicho ante unos 800 fieles que prodigaron aplausos a la Hungría de Viktor Orbán y abucheos a la cancillera Angela Merkel.

"Asistimos al triunfo del pueblo", ha añadido tras felicitarse del crecimiento de la ultraderecha en las recientes elecciones en Suecia y recordar que las mismas ideas que defiende su partido en Francia han llegado al poder en Hungría, Polonia, Italia y Austria. Es decir, la defensa de los intereses nacionales, la recuperación de las fronteras y la resurrección de la soberanía.

Como era esperable, buena parte de su arenga puso en la diana a la Unión Europea. Le Pen introdujo un matiz que deja claro, por si había dudas, los bandos que van a enfrentarse el próximo mayo. En su opinión, la Unión Europea "no es Europa" sino "una construcción ideológica", una institución "dirigida por un poder anónimo que gestiona un espacio que no se ancla en ninguna historia, raíz ni tradición".

Frente a ese modelo, los nacionalistas defienden, ha dicho, una Europa "de la diversidad y multiplicidad de lenguas que se enriquece de las singularidades nacionales". "Nosotros somos los verdaderos europeos opuestos a los europeístas", ha proseguido. Luego ha aventurado que  será la nueva Cámara de Estrasburgo quien se encargará de transitar de una a otra Europa.

Combate por la independencia

"Son las naciones –ha insistido- quienes van a salvar Europa". Le Pen se ha hecho eco de las palabras del soberanista Hervé Juvin –que suena como cabeza de lista de RN- para hablar del enfrentamiento entre las dos visiones de Europa como de un combate "por la independencia".

En los comicios europeos del 2014, el Frente Nacional fue el partido más votado en Francia. Logró el 24,8% de los sufragios. En este momento,  los sondeos sobre intención de voto sitúan a la formación de Le Pen codo a codo con La República en Marcha (LREM), el partido de Macron. Ambos se mueven en torno al 21%.

El objetivo que se ha fijado Le Pen es superar a LREM y forjar en Estrasburgo una alianza que permita desbaratar la actual estructura de la UE. El viento en Europa sopla a su favor, pero el partido ultraderechista también atraviesa una seria crisis financiera y tiene numerosos casos judiciales pendientes.