REFERÉNDUM EN EL REINO UNIDO

Desde Alcossebre contra el 'brexit'

Susan Wilson, presidenta de Bremain Spain, en la playa de Alcossebre.

Susan Wilson, presidenta de Bremain Spain, en la playa de Alcossebre. / .45017901

Nacho Herrero

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Susan Wilson no olvidará la noche del 23 de junio de 2016, la del referéndum del 'brexit¡. "Sobre la una empecé a tener un mal presentimiento. Estuve toda la noche esperando algo que lo cambiara todo pero nunca llegó. A las seis, cuando anunciaron los resultados, estaba hablando con una amiga que estaba allí y estábamos las dos llorando, sin poder creer lo que pasaba", rememora para EL PERIÓDICO esta inglesa que lleva 11 años afincada en España y que desde Alcossebre (Castellón) lidera una denuncia contra la primera ministra Theresa May, con la que sueñan frenar el proceso de salida de la UE.

Cuenta Wilson que antes de esa votación nunca le interesó la política y que después, "tras tres semanas en shock", se unió a ‘Bremain in Spain’ (una asociación de ingleses en España por la permanencia). En septiembre, ya estaba al mando.

La denuncia que firma se basa en el dictamen de la comisión electoral que confirmó que la campaña por la salida superó el presupuesto que tenía (por lo que creen que el resultado de la votación es cuestionable) y apunta que May empezó a negociar consciente de las irregularidades. "En los próximos días el Tribunal debe decidir si vamos a juicio y creemos que va a fallar a favor nuestro", afirma.

Aspiran a que la justicia deslegitime aquella votación e incluso a que pida otra, como reclama la iniciativa. "La opinión pública ha cambiado porque se ha probado que la campaña por el brexit brexitquebrantó las leyes y porque las negociaciones van muy mal. Dijeron que sería mejor estar fuera que dentro, a los seis meses decían que sería igual, después de otros seis meses que sería igual pero habría que esperar y ahora ya hay quien dice que costará 50 años pero que valdrá la pena”, recuerda risueña.

Viajes a Londres y Bruselas

Dice Wilson que no ha trabajado "nunca tantas horas" como en estos dos años. "No he tenido un día libre desde noviembre", apunta. Este ajetreo le lleva habitualmente a hacer lobi a Londres y a Bruselas, donde dice que "en los últimos días el ambiente ha cambiado". "Hay más esperanza de que al final no habrá brexit. Todo el mundo me dice que la puerta está aún abierta. No quieren que nos vayamos y si hay una vía democrática, y un referéndum lo es, seremos bienvenidos para quedarnos. Estarán enfadados pero nos perdonarán. Eso sí no podrá haber más peticiones tendremos que ser muy buenos europeos", cuenta divertida.

Sin acuerdo con la UE, cree que en la votación en el Parlamento británico el brexit se frenaría y llevaría a otra consulta o a elecciones. Pero cree que pasará lo mismo con cualquier tipo de acuerdo “porque no hay mayorías suficiente para sacarlos adelante”. Tampoco el plan Chequers plan Chequersde May. "Ha sido rechazado por la UE y a nadie le gusta en Gran Bretaña, a la extrema derecha por no ser duro y a la izquierda por serlo demasiado", resume.

"Somos mercancía"

Wilson asegura que en Gran Bretaña no preocupa mucho el futuro del 1’2 millones de compatriotas que viven en la UE porque piensan que se ganaron la incertidumbre al emigrar y dice que todos sus derechos "están en riesgo". “Ciertas cosas han sido acordadas pero no hay acuerdo hasta que no hay acuerdo en todo. No hay garantías de nada. Somos mercancía", admite.

Dice que están seguros que España no les echaría pero no descarta que muchos tuvieran que irse por cuestiones económicas. Porque la caída de la libra, que vale 40 céntimos menos que hace tres años, resta valor a sus pensiones, porque puede que tengan que pagar más por la sanidad y, sobre todo, por las dificultades que tendrían sus jóvenes para hacer negocios sin libertad de movimientos y capitales. Y remarca que, contra la creencia popular, solo el 25% de los británicos que viven en España son jubilados.

Muchos han comenzado a pensar en adquirir la nacionalidad española pero también eso implica problemas."No se pueden tener las dos y no sabemos qué implicaciones puede tener el cambio. Mi madre tiene 88 años y vive allí, si tengo que volver y los extranjeros no son bienvenidos yo seré otra española tratando de entrar en el país sin ingresos", teoriza.

Lo que tiene claro es que no volverá a vivir a su país "pase lo que pase" el 29 marzo, el día en que debe hacerse realidad la salida del Reino Unido de la UE. Pero cree que esa noche no pasara nada porque antes ganarán la batalla. "No nos vamos”, afirma convencida.