LAS RELACIONES MOSCÚ-BRUSELAS

Rusia luce poderío militar y complicidad con China en su pulso con Occidente

El mandatario aprovecha las gigantescas maniobras militares de Vostok 2018 para autoproclamarse "garante de la seguridad en Euroasia"

Putin observa con unos prismáticos el desarrollo de las maniobras militares en Tsugol.

Putin observa con unos prismáticos el desarrollo de las maniobras militares en Tsugol. / .45014100

Marc Marginedas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En el ecuador de las más importantes maniobras emprendidas por el Kremlin desde la guerra fría, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha acudido a la región remota de Siberia oriental, muy próxima a la frontera con Mongolia y China, para presidir junto con el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, un espectacular ejercicio de asalto en el que han participado decenas de aviones de combate, helicópteros, artillería y blindados, y que ha contado con el apoyo de unidades del Ejército de Pekín.

Durante un discurso previo a la parada militar con la que concluyó el acto, el máximo mandatario ruso ha puesto el énfasis en la incipiente alianza militar con Pekín, calificado a China y a su país de "garantes de la seguridad" en el "espacio euroasiático", al tiempo que ha confirmado que su Gobierno continuará invirtiendo en sus Fuerzas Armadas y "reforzándolas".

El acto central de estos gigantescos juegos de guerra conjuntos con Mongolia y China no ha defraudado en espectacularidad a las decenas de observadores militares internacionales y reporteros desplazados desde Moscú. Oleadas de helicópteros de ataque MI-24 KA-52, apodados Aligator, han sobrevolado las tribunas donde se acomodaban los invitados y han bombardeado los objetivos situados en una vasta llanura contigua. De estos ingenios volantes se han descolgado soldados en una operación militar que tenía como misión el control de un territorio y a todas luces pensado especialmente para impactar a las audiencias televisivas.

Simulacro espectacular

La aviación también ha jugado su papel, y sucesivas escuadrillas de cazabombarderos Sujoi SU-24 y SU-34 han aparecido en el cielo realizando vuelos rasantes y maniobras de ataque. No han faltado tampoco los bombarderos estratégicos TU-95 y TU-22M, en una nueva demostración del poderío militar ruso destinado y en un contexto internacional de creciente tensión entre Rusia y Occidente.

En total, según las cifras proporcionadas por el Ministerio de Defensa ruso, han tomado parte en el simulacro militar de este jueves 25.000 soldados rusos, 7.000 blindados y tanques y 250 aviones y helicópteros, junto con los 3.500 militares que el Gobierno chino ha enviado a Vostok 2018. 

Desconfianza

Precisamente, para resaltar el giro de la política exterior del Kremlin hacia Pekín y Oriente, Rusia ha querido que los blindados que enarbolaban la bandera china han tuvieran un gran protagonismo en el desfile militar que tenido lugar una vez finalizado el ejercicio militar, una presencia mucho más visible si se la compara con los efectivos chinos que han tomado parte en las maniobras Vostok 2018, unos 3.500 soldados sobre un total de 300.000 militares, es decir, cerca de un 1%.

Era como si el Kremlin quisiera enfatizar la importancia de una alianza militar ruso-china que, de momento, se halla, como mucho, en estado embrionario, y que deberá superar el historial de conflictos y la desconfianza que han presidido históricamente las relaciones entre ambos gigantes.