TENSIONES EN ALEMANIA

Merkel carga contra la violencia ultraderechista

Las manifestaciones en Chemnitz contrarias a la inmigración marcan el caldeado debate para los presupuestos en el parlamento alemán

La cancillera alemana, Angela Merkel.

La cancillera alemana, Angela Merkel. / .45002319

Carles Planas Bou

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“¡Estamos hablando de la migración otra vez!”. Tenía que ser el debate general sobre los presupuestos pero, como ha denunciado elocuentemente el líder de los liberales (FDP), Christian Lindner, la sesión parlamentaria de este miércoles ha vuelto a estar marcada por las disputas sobre las políticas de asilo y por las protestas de corte racista que Alemania ha vivido en las últimas semanas. "No puedo permitir se dé por sentado que ésta es una ocasión para protestas contrarias a la dignidad humana”, ha recalcado la cancillera Angela Merkel, que en un duro discurso en el Bundestag ha cargado contra los ataques xenófobos y los eslóganes nazis en las manifestaciones recientes de grupos de la extrema derecha.

"No hay excusa o razón alguna para perseguir a la gente, usar la violencia, lanzar consignas nazis o mostrar hostilidad hacia personas que se ven diferentes", ha dicho Merkel en su discurso. "No permitiremos que grupos enteros de nuestra sociedad sean excluidos", ha añadido, mecionando a los judíos, los musulmanes, los cristianos y los ateos, comunidades que "pertenecen todas a la sociedad alemana".

Tras saber marcar la agenda política en las calles de Chemnitz, la ultraderecha también ha sabido hacerlo en el Bundestag. Y es que después de las imágenes de neonazis campando a sus anchas, mezclados en las masivas manifestaciones anti-inmigración, el tema era inevitable. A pesar de condenar la violencia radical y asegurar que se llevará a la justicia a sus culpables, la líder democristiana también ha lanzado guiños a ese sector de la población al remarcar que en los nuevos presupuestos figura un aumento de las fuerzas de seguridad así como una mayor partida para reforzar las fronteras exteriores europeas, apoyando así el plan presentado hoy por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

La ultraderecha marca el debate

“Las generalizaciones sobre grupos o regiones, como Sajonia o el Este alemán, son inapropiadas”, ha explicado, consciente de la fuga de votos que la Unión Demócrata Cristiana (CDU) que preside ha sufrido. El principal beneficiado de ello es la formación anti-inmigración Alternativa para Alemania (AfD), que en los últimos años ha popularizado ese discurso contra los de fuera. Su co-presidente, Alexander Gauland, ha aprovechado la primera comparecencia del día en el Bundestag para asegurar que “no hubo cazas de Chemnitz”, achacando a los medios de comunicación una manipulación de lo sucedido, una versión que, sin pruebas, también defendió el jefe de los servicios de inteligencia alemanes, Hans-Georg Maaßen, aunque después se retractó.

Gauland ha aceptado que en las protestas hubo “idiotas que hicieron el saludo hitleriano” pero aún así no ha tardado en remarcar que “lo realmente malo de Chemnitz fue el crimen sangriento de dos solicitantes de asilo”, insistiendo en una hipótesis que la policía aún no ha confirmado pero que da réditos políticos a AfD, que apunta por primera vez a más de un 16% de los votos.

Críticas al ministro del Interior

Con el debate marcado por los altercados en Chemnitz y otros lugares del país, todos los grupos parlamentarios a excepción de la cancillera han cargado contra el ministro del Interior, el ultraconservador Horst Seehofer, por su silencio tras los hechos y los fallos policiales. Liberales, verdes y la izquierda lo han acusado de inacción y han señalado al jefe de la inteligencia de “trivializar el anti-semitismo” con su comentarios.

El acalorado debate también ha escenificado el cordón sanitario que, por ahora, existe en Alemania en contra de la ultraderecha. El orador más duro ha sido el ex líder de los socialdemócratas (SPD) Martin Schulz, quien ha acusado a AfD de utilizar los “medios del fascismo” para culpar a los migrantes de todos los problemas, algo que Seehofer también ha hecho. Si este verano Gauland aseguró que el nazismo era “una cagada de pájaro en la exitosa historia alemana” hoy Schulz le ha espetado que “la cagada de pájaro es un montón de estiércol y a él pertenece usted en la historia alemana”.

Aunque el Bundestag ha vuelto a caer en el debate favorito de AfD también se han tocado temas candentes como el riesgo de pobreza o la nueva ley para frenar el aumento del precio del alquiler, una medida impulsada y defendida por los socialdemócratas.