ELECCIONES DE NOVIEMBRE

Trump autoriza sanciones para castigar la injerencia extranjera en las legislativas

El presidente de EE UU trata de acallar las críticas por su respuesta a las maniobras rusas en el 2016

Donald Trump.

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Ricardo Mir de Francia

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Del ataque preventivo a las sanciones preventivas. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado este miércoles un decreto para sancionar de forma “automática” la injerencia extranjera en las elecciones legislativas de noviembre, una medida con la que pretende acallar a todos aquellos que le acusan de haber sido demasiado blando ante la interferencia rusa en las presidenciales del 2016. El decreto no solo contempla los ataques informáticos contra la infraestructura electoral, sino también la distribución de propaganda y desinformación en la red. “Pensamos que era importante demostrar que el presidente está al mando de la situación y es un tema que le preocupa profundamente”, ha dicho su asesor de seguridad nacional, John Bolton, refiriéndose a la integridad del proceso electoral.

Lo cierto es que, durante toda su presidencia, si se exceptúa algún momento pasajero, Trump ha negado las conclusiones de sus servicios de inteligencia, que acusaron a Rusia de orquestar una campaña de ciberataques y desinformación para torpedear las opciones de victoria de la demócrata Hillary Clinton y favorecer a su candidatura. El republicano ha presentado esas conclusiones como una suerte de cortina de humo prefabricada por el establishment demócrata para deslegitimar su victoria. La última vez que lo hizo fue en julio, durante la rueda de prensa que mantuvo junto a Vladimir Putin en Helsinki. Al ser preguntado si aceptaba el veredicto de sus agencias de espionaje, se salió por las ramas y acabó diciendo que el presidente ruso le había negado “con mucha fuerza” las alegaciones.

La inteligencia estadounidense sostiene que las maniobras rusas se habrían reactivado con la vista puesta en las legislativas. “Seguimos viendo una campaña ubicua de mensajes por parte de Rusia para tratar de debilitar y dividir a Estados Unidos”, dijo el mes pasado el director nacional de inteligencia, Dan Coats. A pesar de la reiterada renuencia de Trump para condenar las actividades de su rival geopolítico, su Administración ha impuesto ya varias rondas de sanciones contra entidades e individuos rusos acusados de participar en la campaña de desestabilización.

Este último decreto pretende servir como medida de disuasión, al garantizar que habrá sanciones para castigar la injerencia extranjera en el proceso electoral. “Con estos procedimientos tratamos de asegurarnos de que estamos haciendo todo lo posible, tanto para prevenir la interferencia en nuestras elecciones como para informar de cualquier cosa que detectemos a partir de ahora”, ha dicho Coates tras la firma del nuevo decreto.