ELECCIONES SUECAS

Suecia vota en unas legislativas que van a impulsar a la ultraderecha

El partido xenófobo Demócratas Suecos se dispone a convertirse en segunda fuerza con un 20% de los votos

Carles Planas Bou

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Este domingo Europa vuelve a contener el aliento frente al más que seguro auge del populismo euroescéptico y anti-inmigración en la no tan plácida Suecia. Tras cerrar una de las legislaturas más convulsas que el país escandinavo recuerda, el partido Demócratas Suecos (SD), con raíces en el movimiento neonazi, se prepara para convertirse en la segunda fuerza más votada con un discurso xenófoboque relaciona inmigración y  delincuencia. Los sondeos le dan hasta un 20% en la intención de voto.  

A diferencia de sus vecinos nórdicos, hasta ahora los partidos mayoritarios suecos han rechazado cualquier pacto con la ultraderecha pero su pronosticado crecimiento puede forzar a socialdemócratas y a los conservadores del Partido Moderado, incapaces de obtener una mayoría suficiente, a darle la mano al carismático Jimmie Åkesson para apoyar el gobierno y para legislar. Un total de 7,3 millones de suecos está llamados a las urnas.

El debate sobre la inmigración y el repunte de la delincuencia ha marcado la campaña. Al igual que en los últimos años, la ultraderecha ha sabido poner los temas que más le benefician en la agenda.

Legislatura convulsa

Los últimos cuatro años no han sido nada sencillos para el primer ministro, el socialdemócrata Stefan Löfven, que ha gobernado en una coalición en minoría junto a ecologistas y con apoyos puntuales desde el parlamento del Partido de Izquierda, socialista y feminista. Esa inestabilidad se ha traducido en dos mociones de censura fracasadas, escándalos en el gobierno e incluso el amago con elecciones anticipadas. 

Todo eso ha debilitado severamente a los socialdemócratas, que apuntan al 25% de los votos, el que sería su peor resultado de la historia y la primera vez que bajan del 30% desde 1920. Se mantendrían no obstante como el partido más votado en Suecia.

El Partido Moderado, de tendencia liberal-conservadora, también apunta a una caída de los votos, hasta el 17,5%. Por su parte, el Partido de Centro, liberal y agrario, aspira a llegar a un 8,6% de los votos. Aunque el líder de los moderados, Ulf Kristersson, ha descartado pactar con la ultraderecha, el apoyo puntual desde fuera sería indispensable para permitir un gobierno de centroderecha. SD ha descartado entrar en ningún Ejecutivo per ha asegurado que todo apoyo parlamentario se cobrará con mayores restricciones a los inmigrantes.