ATENTADO DE SALISBURY

May apunta al Kremlin en el envenenamiento del exespía ruso y su hija

Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, en una estación de metro londinense

Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, en una estación de metro londinense / POLICÍA METROPOLITANA

Daniel Postico

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La primera ministra británica, Theresa May,  ha acusado directamente al Kremlin del envenenamiento del exespía ruso Sergei Skripal y su hija Julia, y del agente de policía Nick Bailey, con gas nervioso Novichok el pasado mes de marzo en la localidad inglesa de Salisbury. La acusación la formuló después de que la policía identificara a los presuntos autores como Alexander Petrov y Ruslan Borishov, ambos con pasaporte ruso, aunque matizó que utilizaban alias.

La primera ministra aseguró que los dos individuos identificados eran oficiales del servicio militar de inteligencia ruso y que "con casi con toda certeza" la operación "fue aprobada desde las altas instancias del Estado ruso" y se interpreta como un mensaje a los rusos residentes en el Reino Unido. Sergei Skripal, exoficial de la inteligencia militar rusa, fue condenado por alta traición en Rusia en el 2004 pero en el 2010 se estableció en Reino Unido tras ser liberado en un intercambio de espías. May también avisó a Moscú que pagaría las consecuencias de esta acción.

Petrov y Borishov están acusados de intento de asesinato, posesión y utilización de un agente nervioso (prohibido por el regulador internacional) e intento de causar daño físico. Es muy difícil que sean juzgados por los tribunales británicos. La directora de los servicios legales de la Fiscalía, Sue Hemming, dijo tener "pruebas suficientes" contra ellos pero que no iban a pedir su extradición "porque la Constitución rusa no lo permite". "Moscú ya lo ha dejado claro en otras ocasiones", precisó. Sí que emitió una euroorden por si los dos sospechosos pisaban suelo europeo.

Investigación de seis meses

La policía presentó todas las pruebas acumuladas en seis meses de investigación. Publicó fotos de los sospechosos e imágenes captadas por circuitos cerrados de televisión de todos sus movimientos desde que llegaron al Reino Unido el 2 de marzo y se regresaron a Moscú dos días más tarde, tras contaminar la puerta del domicilio de los Skripal en Salisbury con el agente nervioso, que fue transportado desde Rusia en un falso frasco de perfume de Nina Ricci. En Londres se hospedaron en el hotel CityStay.            

Moscú considera infundadas las acusaciones y reclama acceso a las pruebas y poder cooperar con la investigación. La portavoz del ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, aseguró que ni los nombres ni las fotos publicadas  "significan nada" para ellos y pidió a May que dejara de formular acusaciones falsas. "No entiendo por qué han publicado las fotos ni los nombres, que supuestamente son alias, me resulta difícil de comprender", señaló Yuri Ushakov, asesor del Kremlin para asuntos internacionales.

El Gobierno británico citó al encargado de negocios ruso. Un portavoz de Downing Street explicó que May había hablado con el presidente de EEUU el martes por la noche y que hablará con otros aliados en los próximos días. Londres ha pedido una reunión extraordinaria del Consejo de Seeguridad donde presentará las pruebas acumuladas.