RECLAMO SOCIAL

Nike entra en juego contra Trump

Un anuncio del gigante deportivo con Kaepernick, el jugador de la NFL que inició las protestas durante el himno, reactiva un complejo debate

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Idoya Noain / Nueva York

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El jueves arranca la temporada regular de la NFL, la liga de fútbol americano en Estados Unidos, y lo va a hacer con el enconado debate político y social sobre las protestas durante el himno, que empezaron bajo la presidencia de Barack Obama pero se transformaron en un polarizante asunto de estado con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Se podría decir que todo por un anuncio, pero en realidad es por mucho más, como siempre que en Estados Unidos se habla de raza y racismo, activismo, patriotismo, libertad de expresión o populismo.

El lunes Colin Kaepernick, el jugador negro que en 2016 empezó a quedarse sentado o clavando la rodilla en el suelo mientras sonaba el himno antes de los partidos para denunciar la brutalidad policial y otras injusticias sociales dominadas por cuestiones raciales, colgó en su cuenta de Twitter un anuncio que ha realizado para Nike, una empresa con la que tenía un contrato desde 2011. El anuncio forma parte de la campaña del gigante de equipamiento deportivo para celebrar los 30 años de su eslogan “Just do it” (Simplemente hazlo).

Es una foto en blanco y negro, un primer plano recortado de su rostro sobre el que aparece la frase: "Cree en algo. Incluso si significa sacrificarlo todo”. Y recuerda no solo su compromiso con el activismo, sino el precio que ha pagado por él. Porque Kaepernick (al que otros muchos jugadores, sobre todo negros, siguieron en las protestas) lleva más de un año sin ser contratado por ningún equipo, un ostracismo profesional por el que tiene abierta una demanda contra la liga.

Aguas turbulentas

Con el anuncio Nike, uno de los principales socios comerciales de la NFL, entra en aguas turbulentas. Y es que en el último año Trump ha tratado de enmarcar el debate como una cuestión exclusiva de patriotismo y no de libertad de expresión, retratando las protestas como una falta de respeto a la bandera, al himno y a las fuerzas armadas. El presidente ha insultado (llamó indirectamente "hijo de puta" a Kaepernick). Ha sugerido incluso que se retire la nacionalidad y se expulse del país a los futbolistas que protesten. Ha instado a boicotear la liga. Y su campaña, con claros tintes populistas y racistas, hasta ahora ha sido efectiva tanto con la NFL (que aprobó hace unos meses una polémica normativa para tratar de limitar las protestas) como con una parte del público del fútbol americano.

Aunque el deporte ya desde hace tiempo enfrenta problemas de pérdida de audiencias, tanto en los estadios como en retransmisiones, por factores diversos, el nuevo anuncio vuelve a incendiar un complejo debate. Este martes las acciones de Nike abrían perdiendo casi el 3% de su valor y en las redes sociales se convertía en trending topic una campaña llamando al boicot de sus productos. Se volvían virales vídeos de gente quemando zapatillas o camisetas o cortando el 'swoosh”, el logo de la compañía, aunque también había quien aplaudía a Nike y a Kaepernick, incluyendo otros deportistas que tienen contratos con la empresa, como LeBron James, otro deportista negro al que Trump ha criticado.

Al cierre de esta edición Trump no había tuiteado sobre la cuestión, pero es dudoso que no lo vaya a hacer. Y aunque Nike tendrá que esperar para ver si su decisión de elevar el ya icónico estatus de Kaepernick como más que un atleta le pasa factura, hay que reconocer que ha logrado un objetivo básico de la publicidad y una idea que Trump entiende bien. Porque, como escribió Oscar Wilde, "solo hay una cosa en el mundo peor que el que hablen mal de uno, y es que no hablen".