Enfrentamientos violentos

Nicaragua cumple cuatro meses de crisis entre manifestaciones y acusaciones en contra del gobierno

Este país centroamericano está viviendo un estallido social que ha dejado entre 317 y 448 muertos en protestas

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El Periódico

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Con un descontento social en aumento y una tensión que perturba la vida de los ciudadanos,  Nicaragua cumplió 4 meses de profunda crisis entre manifestaciones en contra y a favor del presidente Daniel Ortega, lo que ha originado enfrentamientos violentos en donde cientos de personas han perdido la vida.

Por tal motivo, miles de nicaragüenses participaron en la marcha denominada “Nada está normal”, en rechazo al discurso oficial que asegura que Nicaragua ha recuperado “la normalidad”, mientras continúa el estallido social que ha dejado entre 317 y 448 muertos, según algunas organizaciones de derechos humanos.

Sin embargo, el gobierno de Daniel Ortega solo reconoce 198 víctimas y ha impuesto una queja por los informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su “informe evaluativo”, ya que considera que labor realizada por este organismo es “parcializada y politizada”.

Y al mismo tiempo que los opositores al gobierno marchaban, los simpatizantes del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) participaron en otra marcha multitudinaria, aunque visiblemente menos concurrida que la de los manifestantes en contra del gobierno nicaragüense.

El gobierno ataca a la CIDH

El Ejecutivo nicaragüense afirmó que el informe de la CIDH está basado “en informaciones audiovisuales y testimonios editados y manipulados por los autores y ejecutores del intento de golpe de Estado, dándole plena veracidad a los mismos, sin haberle dado posibilidad al Gobierno de Nicaragua de pronunciarse sobre tales afirmaciones infundadas”.

El Gobierno emitió el señalamiento dos días después de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), de la CIDH, que da seguimiento a las investigaciones de los actos de violencia, mostró públicamente su “preocupación” ante la negativa del Estado nicaragüense a brindar información. Pero las autoridades de Nicaragua fue directo al mencionar que “la CIDH manipuló la información, convirtiendo un intento de golpe de Estado en una supuesta protesta pacífica”.

Grupos paramilitares actúan sin límites

Horas antes de la publicación gubernamental, al menos dos familias de la ciudad de Masaya denunciaron que paramilitares y policías asaltaron sus viviendas, mientras sus vecinos colgaron en internes los vídeos de lo ocurrido.

El analista político y excandidato a la Presidencia, Edmundo Jarquín, advirtió que los paramilitares podrían “eliminar” a cualquier jefe de las Fuerzas Armadas de Nicaragua que considere sospecho de ser desleal a Ortega, ya que los mismos no se rigen por las leyes del país, sino por las órdenes del presidente.

Nicaragua atraviesa la crisis política más sangrienta desde la década de los años de 1980, también con Ortega como presidente.

Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, que comenzaron el 18 de abril por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.