REUBICACIÓN DE MÁS DE 600 PERSONAS

Los edificios situados bajo el viaducto de Génova no volverán a ser habitables

El fiscal sospecha que aún hay entre 10 y 20 desaparecidos

El Periódico

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El presidente de la región italiana de Liguria, Giovanni Toti, anunció que antes de final de año se darán casas a las 311 familias que han tenido que ser desalojadas tras el derrumbe de un puente en Génova, ya que los edificios bajo el viaducto no volverán a ser habitables.

La calle Fillak, en el barrio de Sampierdarena, no volverá a existir porque sus casas serán demolidas, como también anunció el ministro del Interior, Matteo Salvini.

Algunos de los habitantes de los barrios afectados - en total son 11 edificios - han pedido a los bomberos que acudan a sus casas para rescatar a los animales domésticos o a recoger algunas medicinas de urgencia.

Muchos esperan la posibilidad de que los bomberos accedan a sus casas al borde de la llamada zona roja de Génova que ha sido completamente acordonada.

Por el momento, nadie podrá volver a entrar en sus casas mientras el resto del puente se encuentre sobre los edificios y no se compruebe el estado, aseguran los medios italianos.

Los desalojados han encontrado acomodo en casas de amigos y familiares y otros han podido pasar la noche en un centro deportivo de la zona, donde se han instalado decenas de camas y se ha proporcionado comida y agua.

Los vecinos de este barrio aseguran que el derrumbe del puente fue "como un terremoto" y que salieron despavoridos de sus casas. 

El fiscal jefe de Génova, Francesco Cozzi, ha explicado que se teme que queden aún entre 10 y 20 personas entre los escombros del puente.

Mientras los bomberos trabajan desde hace 48 horas sin interrupción en el intento de buscar a los desaparecidos, se examinan las cámaras de seguridad de este tramo de autopista para poder conocer el número de vehículos que transitaban en el momento del derrumbe del viaducto.

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