DERECHOS HUMANOS EN LA FEDERACIÓN RUSA

Un estremecedor vídeo de torturas en una cárcel de Yaroslavl agita a Rusia

Una decena de hombres vestidos de camuflaje golpean reiteradamente a un preso inmóvlizado

Un vídeo de torturas en prisión conmociona a Rusia

Un vídeo de torturas en prisión conmociona a Rusia

Marc Marginedas

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Entre gritos y súplicas, el preso Yevgueni Makarov es golpeado de forma reiterada por una decena de hombres vestidos de camuflaje. En algunos momentos, los torturadores dan un respiro a su presa para exigirle que se disculpe, antes de reanudar la sesión de palos. La filmación se interrumpe después de unos 10 minutos, aunque queda claro que el suplicio al que es sometido el recluso continuaba.

La víctima permanece durante la mayoría del tiempo cabeza abajo sobre una mesa. Algunos de los carceleros se sientan sobre su cuerpo, otros le sujetan las manos esposadas. En ocasiones le lanzan cubos de agua, y son las plantas de los pies el objetivo principal de los golpes.     

El video fue realizado en un centro penitenciario de la región de Yaroslavl, a unos 250 kilómetros al noreste de Moscú, en junio del año pasado, y acaba de ser difundido por la publicación opositora 'Nóvaya Gaeta'. Su contenido es tan demoledor que el Comité de Investigación (fiscalía) se ha visto obligado a iniciar un caso criminal, después de que hace un año, el máximo responsable local de esta misma institución, Rodión Sbirski, se negara a hacer lo propio pese a haber contemplado la grabación.

Por su parte, la comisionada para los Derechos Humanos de Rusia, Tatyana Mosalkova, ha tomado cartas en el asunto y ha asegurado a la agencia Ria Nóvosti que observaba de cerca el tema y que no era la primera ocasión en que se informaba de torturas en esa cárcel. 

Trabas a la abogada

Los hechos han logrado salir a la luz pese a las trabas impuestas por las autoridades penitenciarias locales. Irina Biryukova, la abogada de Makarov, supo de lo sucedido en julio del pasado año, después de ser informada de que su cliente no podía mantenerse en pié debido a los golpes recibidos en las plantas de los pies. Sin embargo, la dirección de la prisión le negó el acceso a su cliente, alegando que no se encontraba en disposición de recibir visitas. "Por razones médicas, no está en disposición de hablar con un abogado", le dijeron. La letrada se temía lo peor, y exigió incluso un certificado de defunción en caso de que su cliente hubiera fallecido. 

Veredicto Público, el colectivo de abogados al que pertenece Biryukova, ha llevado el caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, instancia que ha solicotado información a las autoridades rusas. Para identificar a los torturadores, han tenido que requerir la asistencia de antiguos presos que conocían personalmente a los carceleros, entre los cuales se encontraba el vicedirector, Iván Kalashnikov.  

Según las oenegés de derechos humanos, el caso de Makárov es solo un ejemplo de la tolerancia existente en los centros penitenciarios rusos a las palizas, las torturas y los malos tratos. Según un informe del Consejo de Europa, en las prisiones y los campos de trabajo de este país se producen un total de seis decesos por cada 1.000 internos. El número total de fallecidos se eleva a 4.000, siendo Rusia el país con mayor población reclusa de todo Europa, es decir, 646.000 prisioneros.