ACERCAMIENTO HISTÓRICO

Etiopía y Eritrea firman el acuerdo de paz después de 20 años de hostilidades

Los mandatarios de los países se encuentra en Asmara y declaran abrir una nueva era de paz y amistad

El presidente eritreo, Isaias Afwerki (izquierda) y el primer ministro etíope Abiy Ahmed (derecha)

El presidente eritreo, Isaias Afwerki (izquierda) y el primer ministro etíope Abiy Ahmed (derecha) / .44212545

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Después de dos décadas de hostilidades y relaciones diplomáticas cortadas, Etiopía y Eritrea firmaron el lunes el "fin del estado de guerra" y prepararon una declaración "de paz y amistad" en la capital eritrea, Asmara. El acuerdo fue firmado en el Parlamento por el presidente eritreo, Isaias Agwerki, y el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, que con su reunión histórica, la primera en 20 años, abrieron la puerta a una nueva era en la que "ambos países trabajarán para promover una cooperación cercana en las áreas políticas, económicas, social, cultural y de seguridad", según dicho por el ministro de Información eritreo, Yemane G. Meskel. 

Los dos países llevaban enfrentados desde que, después de que Eritrea se independizara de Etiopía en 1993, disputas fronterizas acabaran en una guerra entre el 1998 y el 2000. Se produjeron decenas de miles de muertos de ambas partes. Al firmar la paz, en el Acuerdo de Argel del año 2000, ambas partes se comprometieron a aceptar las líneas fronterizas establecidas por la Comisión de Frontera de Etiopía y Eritrea. Sin embargo, Etiopía cambió pronto su posición cuando la comisión decidió conceder a Eritrea la ciudad de Badme, epicentro de la guerra. Las relaciones entre ambos países africanos no avanzaron hasta la llegada de Abiy el pasado abril.

Decisiones fronterizas

En el acuerdo del lunes también se decidió implementar las discrepancias fronterizas, punto que acabó con las relaciones diplomáticas, ahora restablecidas ya que ambos países abrirán embajadas en sus capitales. Otros avances diplomáticos fueron la reapertura de las líneas aéreas entre los dos países y el desarrollo conjunto de los puertos eritreos, una entre las prioridades de Abiy desde que llegó al poder. Con la independencia eritrea, Etiopía se había quedado sin salidas al mar, y tuvo que desmantelar su Armada;  el primer ministro etíope ya había negociado con otros países de la región como Somalia, Yemen o Yibuti para garantizarse salidas portuarias y reconstruir las fuerzas marítimas del país.

El mismo día de la firma del acuerdo de paz, el Gobierno de Etiopía hizo una solicitud formal ante el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, para que se levanten las sanciones impuestas hace años a Eritrea. Guterres se reunió en la capital etíope, Adís Abeba, con el primer ministro Abiy, después de que se firmara el fin del estado de guerra. 

Las sanciones se impusieron en el 2009 después una resolución impulsada por Estados Unidos que provocó un embargo de armas a Eritrea por su supuesto apoyo al grupo yihadista somalí Al Shabab. Las sanciones, calificadas como "inútiles e injustificadas" por Asmara, se renovaron en noviembre del año pasado por el voto de mayoría del Consejo de Seguridad de la ONU, pese a que un equipo de expertos afirmó de no haber encontrado pruebas sobre el presunto apoyo eritreo a Al Shabab. 

Gran satisfacción

Líderes africanos, como el presidente de Kenya, Uhuru Kenyatta, y el de Ruanda, Paul Kagame, han felicitado a los dos mandatarios por el acercamiento. El bloque de países que conforma la Autoridad Intergubernamental de Desarrollo (IGAD) elegío la normalización de relaciones que "indudablemente beneficiará a los pueblos de ambos países". 

También el Gobierno español ha expresado su felicitacions por el histórico acuerdo de paz. "El Gobierno de España desea mostrar su gran satisfacción por la celebración de la primera reunión en veinte años entre líderes de Eritrea y Etiopía", ha comunicado en una nota el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.