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PROTESTAS CONTRA ORTEGA

Al menos 11 muertos en ataques de las fuerzas paramilitares en Nicaragua

El asalto a ciudades rebeldes se produció un día después de que Ortega rechazara dejar el poder

El presidente nicaragüense Daniel Ortega y su mujer, la vicepresidenta Rosario Murillo, en mitin el sabado en Managua

El presidente nicaragüense Daniel Ortega y su mujer, la vicepresidenta Rosario Murillo, en mitin el sabado en Managua / .44208399

El Periódico

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Al menos 11 personas han muerto en unos ataques simultáneos de las fuerzas progubernamentales en Nicaragua. La ofensiva se dio principalmente en las ciudades de Diriamba Jinotepe, a unos 40 kilómetros de la capital Managua, donde la población local había construido barricadas como símbolos de protestas en contra del régimen

Los ataques empezaron de madrugada y se extendieron hasta la noche de ayer domingo, un día después de que el presidente Daniel Ortega rechazara dejar el poder y convocar elecciones anticipadas. Agentes antidisturbiosparamilitares grupos irregulares fuertemente armados participaron a los asaltos. Entre las víctimas hay también dos policías. 

Los habitantes de las ciudades golpeadas publicaron en las redes sociales unos vídeos donde se ve a hombres encapuchados armados con fusiles de asalto destruyendo las barreras y abriendo el acceso a unos 350 camiones varados en las carreteras fuera de las localidades que resisten al poder sandinista

Tres meses de protestas

La crisis en el país centroamericano empezó el pasado abril, y desde entonces ya ha dejado casi 300 muertos. El pasado sábado Ortega apareció en público en Managua por primera vez hace un mes, y afirmó que los manifestante deberían respetar su mandato actual, que le deja al poder hasta el 2021, y culpó a su oposición por los asesinatos desde el inicio de las protestas. 

Sin embargo, los activistas para los derechos humanos que están en el país, entre ellos los miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), siguen afirmando que los muertos en el país desde abril han sido provocados por la policía y los grupos armados afines al presidente Ortega y al movimiento político sandinista.

Las protestas, que empezaron en contra de unas reformas sobre las pensiones, tienen como objetivo lograr las dimisiones de Ortega y su mujer, la vicepresidenta Rosario Murillo, ambos acusados de haber establecido una dictadura y de seguir perpetuando una represión brutal