LA CRISIS ETERNA DE ROMA

El PD elige al exministro Martina para que saque al partido de la depresión

El nuevo secretario general de los progresistas es hijo de obreros, la clase social que ahora vota a la Liga y al M5S

zentauroepp44196125 newly elected secretary of the democratic party  maurizio ma180707172337

zentauroepp44196125 newly elected secretary of the democratic party maurizio ma180707172337 / .44196125

Rossend Domènech

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Maurizio Martina, de 40 años, ex ministro de Agricultura en los gobiernos de Matteo Renzi y Paolo Gentiloni, ha sido elegido secretario provisional del progresista Partido Demócrata (PD), en profunda crisis de identidad. En 2013 el PD ganó las elecciones con el 40% de los votos y en marzo de este año alcanzó un escaso 20%, pasando a la oposición del gobierno populista de Liga e Indignados (M5S).

Su cometido consistirá en arrancar el partido de una depresión profunda a través de un congreso que se celebrará antes de las elecciones europeas de 2019 (octubre 2018) . “Demasiado tarde”, ha protestado Renzi, considerando que para entonces será difícil organizar una remontada electoral.

Martina es licenciado en Agricultura y es hijo de una familia de simples obreros, la clase social que desde mucho antes de las elecciones del pasado marzo, en las que ganaron los populistas, los obreros excomunistas y exsocialdemócratas, se pasaron en masa a la Liga de Matteo Salvini y a los indignados del Movimiento 5 Estrellas.

Para sustituir a Martina en el próximo congreso se ha presentado por ahora sólo Nicola Zingaretti, de 53 años, actual presidente de la región Lazio (Roma). Según Zingaretti, hermano del popular actor de la serie “Montalbano” (inspirada en los libros de Andrea Camilleri), el fracaso de la izquierda es debido a que “ha aceptado el terreno del pensamiento único: mercado, meritocracia, competición, narcisismo, consumismo (...), es decir el empuje liberista ha llevado al fracaso de las sociedades occidentales”. Zingaretti considera a la Liga como “una fuerza autoritaria, racista y xenófoba” y a los indignados como un movimiento heterogéneo y genérico, “lo que va bien para cosechar consenso, pero que es letal a la hora de gobernar”.

De su parte, Martina ha reconocido que los progresistas “son fundamentales para construir la alternativa (a Liga e Indignados), pero no bastan por sí mismos (...), por lo que hay que dirigir el mensaje hacia tantas personas desilusionadas que todavía miran hacia nosotros”.