DISCURSO EN LA EUROCÁMARA

Polonia desafía a la UE y reafirma su polémica reforma judicial

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Silvia Martinez

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“El sistema judicial es ante todo una competencia nacional” y “cada país de la Unión Europea tiene derecho a legislar su sistema jurídico de conformidad con sus tradiciones”. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, no solo no cede en su pulso con las instituciones europeas sino que se reafirma en su defensa de la soberanía nacional. Y lo ha hecho nada menos que ante el pleno del Parlamento Europeo durante un debate que debía abordar el futuro de Europa pero que ha virado hacia la deriva autoritaria que vive el país desde la llegada al poder del partido Libertad y Justicia (PIS) y el Estado de derecho.

La intervención ante el pleno se produce tan solo dos días después de que la Comisión Europea abriera un procedimiento de infracción contra Polonia por una reforma judicial que considera que pone en riesgo la independencia de la justicia, la separación de poderes y los estándares democráticos de la UE. Los cambios, que ya han entrado en vigor esta madrugada, obligan a jubilarse a 27 de los 70 jueces del Tribunal Supremo, al rebajar la edad de retirada de los 70 a los 65 años, incluida a su presidenta Malgorzata Gersdorf.

Este miércoles Gersdorf, cuyo mandato de seis años no expira hasta 2020, ha desafiado al Gobierno polaco y ha acudido a la sede del Tribunal apoyada por muchos polacos que la han recibido entonando el himno nacional y gritos de ‘Constitución’. “Mi presencia aquí no trata de política. Estoy aquí para proteger el Estado de derecho”, ha afirmado.

El Gobierno polaco niega la mayor. Sostiene que “los jueces son ahora mucho más independientes” y “hay más objetividad y justicia” que antes. “Aquellos jueces que dictaban sentencias tan horrorosas en los años 80 están en el Supremo que defienden ustedes. El postcomunismo no ha desaparecido y seguiremos luchando a través de la reforma del Tribunal Supremo”, ha avisado el primer ministro.

Soberanía europea vs nacional

Según la visión expuesta por Morawiecki, la soberanía europea no puede implicar construir la UE a costa de los Estados miembros o las identidades nacionales. “En cuanto a valores estamos en el mismo lado. Defendemos la misma perspectiva pero no se pueden dictar las condiciones del Estado de derecho a todos los Estados miembros. Tenemos distintos sistemas y hay que tener en cuenta las diferencias”, ha reivindicado defendido las competencias exclusivas de los gobiernos en materia de justicia e interior y la redefinición del equilibrio entre estados miembros y la UE.

Un canto a la nación que ha justificado en las reiteradas crisis a las que se enfrenta Europa y en que hay muchos ciudadanos desencantados con conseguir una mayor integración europea. “Podemos cerrar lo ojos, mirar hacia otro lado y pretender que son unos pocos. Pero hay que mirar de frente y analizar por qué hay tantos europeos a los que no les gusta el camino por el que va la Unión Europea”, ha reclamado. “Se puede llamar populismo pero antes o después hay que hacer la siguiente pregunta: “¿cumplir las expectativas de nuestros ciudadanos es populista o es la esencia de la democracia?”, ha advertido.

Críticas generalizadas del pleno

Su discurso no ha convencido y el grueso de los grupos políticos, todos salvo el de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) donde se integran los eurodiputados del PIS y la ultraderecha, han arremetido contra su forma de gobernar. “La Europa del nacionalismo y el egoísmo no puede hacer realidad los deseos de los ciudadanos”, le ha respondido el jefe de filas de los populares, Manfred Weber. “Someter a los jueces al poder político no forma parte de los valores que necesitamos, no es una cuestión de tradición. A mi me gustan las tradiciones pero aquí hablamos de principios de nuestra comunidad”, ha recordado el liberal Guy Verhoftstadt.

“Tenemos un comisario que se atreve a decirles a los tribunales polacos lo que tienen que hacer. ¿Ese es el ejemplo de la separación de poderes”, ha preguntado Ryszard Antoni Legutco (PIS). Al debate no han acudido ni el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ni el vicepresidente Frans Timmermans, encargado hasta ahora de las negociaciones con Polonia. Le ha tocado a su colega letón Valdis Dombrovskis y no ha variado el guión. “Cuando se debilita la separación de poderes en un país o se menoscaba la independencia judicial es una cuestión europea que nos afecta a todos. Gracias por su disposición al diálogo pero no es suficiente”, ha zanjado.