MAGREB

Marruecos condena a los líderes de las protestas en el Rif con penas de hasta 20 años

Los ciudadanos convocan manifestaciones tras conocerse la sentencia del Tribunal de Apelación de Casablanca

Nasser Zefzafi, en una protesta en mayo del 2017, poco antes de ser detenido por las autoridades marroquís.

Nasser Zefzafi, en una protesta en mayo del 2017, poco antes de ser detenido por las autoridades marroquís. / periodico

Alba Sanfeliu / Judit Figueras

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Las calles de la ciudad de Alhucemas, en el norte de Marruecos, se han vuelto a llenar este martes por la noche de manifestantes. Un año después de las protestas del Hirak, el movimiento de los indignados de la zona del Rif, los ciudadanos de esta región han salido a reclamar justicia para los activistas que fueron arrestados hace 14 meses. Este martes el Tribunal de Apelación de Casablanca ha condenado con penas de entre 1 a 20 años de prisión a los principales organizadores de estas protestas populares que estallaron en noviembre del 2016. 

El líder del Hirak, Nasser Zefzafi, de 39 años, ha sido sentenciado a la mayor de las penas. Zefzafi, que se puso al frente del movimiento pacifista desde el primer momento, pasará los próximos 20 años en prisión. A finales de abril del año pasado, el rifeño fue arrestado junto con otros 52 compañeros, acusado por cargos como socavar la seguridad interna del Estado, actuar contra la unidad territorial del reino, insultar a cargos e instituciones públicos y organizar protestas no autorizadas. Desde entonces, han permanecido en prisión preventiva en la cárcel de Oukacha, Casablanca. 

Nuevas protestas

La sentencia ha reavivado las protestas, que llevaban un año paralizadas a causa de la fuerte represión policial, y que reclamaban una mayor inversión en la región, con más infraestructuras como hospitales, universidades y mejores carreteras. La madrugada de este miércoles, grupos de manifestantes han salido del barrio de Sidi Abed, en Alhucemas, y otras ciudades rifeñas de los alrededores, como Imzuren y Beni Hudeifa. También se han convocado concentraciones en solidaridad con los presos y sus familias en otros puntos de Marruecos como Casablanca. Familiares de algunos de los condenados han informado a EL PERIÓDICO de nuevas detenciones tras varios enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Uno de las abogados de los presos, Souad Brahma, ha asegurado que "estas sentencias han sido muy duras" y que "el Estado ha fallado en esta prueba de respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales". Por otro lado, según uno de los letrados de la acusación "las sentencias han sido muy leves en comparación con lo que establece la ley y cómo se comportaron ante el juez". Muchos de los acusados decidieron boicotear el juicio y se negaron a declarar ante la audiencia. Los encausados alegaron que el juicio estaba siendo manipulado, según cuenta la esposa del uno de los condenados a este medio.

La mecha del Hirak

El Movimiento Popular rifeño comenzó en octubre del 2016 tras la muerte de Mochine Fikri, un vendedor de pescado que murió aplastado por una máquina compactadora cuando intentaba recuperar la mercancía que las autoridades de Alhucemas le habían confiscado. Lo que comenzó como un clamor popular que exigía justicia para Fikri acabó convirtiéndose en un amplio movimiento de protestas contra la situación económica y social del Rif, una región tradicionalmente marginada por el Estado marroquí.