VIAJE A ESTADOS UNIDOS

Trump anuncia ante los Reyes que visitará España

El presidente de EE UU asegura que la relación con España es "sobresaliente" y aplaude la cooperación militar y comercial

Ricardo Mir de Francia

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Donald Trump ha anunciado su intención de visitar España durante la recepción que ha ofrecido a los Reyes en la Casa Blanca. En unas breves declaraciones a la prensa, el presidente de Estados Unidos ha definido la relación bilateral como “sobresaliente” y se ha deshecho en elogios hacia su aliado español, uno de los pocos grandes países de la Unión Europea a los que no ha criticado. “La relación comercial es excelente y también la relación militar. En cualquier aspecto que se pueda pensar. Nos encanta España”, ha dicho el dirigente republicano. También Felipe VI ha querido resaltar la armonía que aparentemente reina con Estados Unidos, a pesar de la reciente imposición de aranceles a la industria pesada europea y las aceitunas negras españolas. “Hay un tema común básico, que es nuestro aprecio por la democracia”, ha dicho el monarca.

Ambos mandatarios, acompañados por sus esposas en el Despacho Oval, se dirigieron a la prensa durante menos de tres minutos en un escueto parlamento protocolario, que precedió a la reunión que más tarde mantuvieron en privado. Entre el griterío de los periodistas, ignoraron varias preguntas sobre Catalunya, pero Trump acabó contestando a una sobre si tiene planes para viajar a España, una invitación que ya le cursó Mariano Rajoy en su visita a la Casa Blanca del año pasado. “Sí, iré”, dijo el líder estadounidense sin dar más detalles. “Estuvimos en España no hace demasiado y nos encanta. Un pueblo muy especial, un país precioso. Nuestra relación ha sido sobresaliente a lo largo de los años”, había dicho poco antes.

El monarca, que habló en inglés y con una voz tan tenue que costó entenderle, subrayó “la historia y la herencia común” entre los dos países. “Hemos compartido muchos años y queremos utilizarlo como una referencia para la excelente relación que mantenemos hoy”, dijo Felipe VI tras reunirse horas antes con los presidentes del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. La escala en Washington cerrará un viaje de cinco días que comenzó en Nueva Orleans (Luisiana) y siguió en San Antonio (Texas), dos ciudades con pasado español donde han celebrado los tres siglos de su fundación.

La agenda del Rey, que viaja acompañado por el nuevo ministro de Exteriores, Josep Borrell, incluía algunos temas más espinosos, particularmente las políticas proteccionistas impuestas por la Administración estadounidense. “Les vamos a trasladar la preocupación que tenemos en la Unión Europea por unas políticas comerciales que pueden empujar al mundo a una dinámica de acción-reacción muy perjudicial”, aseguró una fuente gubernamental unas horas antes de la reunión en el Despacho Oval. No se esperaba que el Rey abordase con Trump la letra pequeña de las disputas comerciales, pero sí que lo tratase en términos generales.  

La reunión en la Casa Blanca ha sido el primer encuentro entre dos mandatarios que no se conocían personalmente y en la que debían tratarse otros elementos de la relación bilateral como la cooperación en Defensa, la lucha contra el yihadismo o la inmigración. En este sentido, la nueva política de acogida del Gobierno de Sánchez contrasta radicalmente con la de la Casa Blanca, criticada desde todos los flancos por detener a los inmigrantes indocumentados y separarlos de sus hijos en la frontera. Esta misma semana, Trump ha criticado duramente a Europa por “permitir la entrada de millones de inmigrantes” que, según ha dicho alineándose con las tesis extrema derecha xenófoba, “han cambiado significativamente y violentamente su cultura”.

Fuentes diplomáticas españolas aseguraron que el conflicto catalán no se abordará durante las reuniones entre ambas comitivas, a pesar de que la semana que viene el presidente Quim Torra visitará Washington para asistir a la inauguración del Folklife Festival, un evento multitudinario en el centro de la capital en el que Catalunya participa como cultura invitada. La visita de Torra coincide con la intención del Govern de reabrir cinco de las oficinas exteriores de la Generalitat, cerradas tras la aplicación del artículo 155. “Vamos a reaccionar con normalidad. Las comunidades autónomas tienen derecho a tener representación exterior, siempre que no sean embajadas”, afirma una fuente gubernamental.  

Reuniones previas

Antes de visitar la Casa Blanca, Felipe VI y Borrell se han reunido con el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y, más tarde, con su homólogo al frente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno. Ya por la tarde cerrarán el viaje con una visita al Capitolio, donde les esperan los líderes de la mayoría republicana en el Congreso, Paul Ryan Mitch McConnell, así como la jefa de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

El monarca español, que cursó un posgrado en la Universidad de Georgetown, conoce bien la capital estadounidense. Y ya estuvo en la Casa Blanca en 2016, cuando fue recibido por Barack Obama seis meses antes de que expirara el mandato del demócrata. Pero este será su primer encuentro con Trump, un dirigente volátil e impulsivo que se ha caracterizado por tratar mejor a los déspotas y los rivales geopolíticos de EE UU que a sus aliados tradicionales. En el caso de España, si se analizan las obsesiones del magnate, Felipe VI cuenta con un punto a su favor y otro en contra.

En contra tiene el gasto militar español en Defensa, que está muy por debajo del 2% que exige el compromiso con la OTAN a pesar de que Mariano Rajoy prometió aumentarlo durante los próximos años. A favor, por contra, tiene la balanza comercial con EE UU, en la que España sale perdiendo. El año 2014 fue una excepción, pero así ha sido tradicionalmente. Las exportaciones españolas en 2017 a su principal mercado fuera de las Unión Europea ascendieron a 12.461 millones de euros, un ejercicio en el que también importó productos estadounidenses por valor de 13.824 millones, lo que arroja un saldo favorable a EE UU de 1.363 millones, según datos del ICEX.

Reunión con empresarios españoles

Eso no quita que la relación comercial esté llamada a ser parte fundamental de la conversación. Hace solo una semana EE UU aumentó considerablemente los aranceles a la aceituna negra española, a la que el Departamento de Comercio acusa de competencia desleal por las subvenciones que recibe de la Política Agrícola Común europea. Los gravámenes pasaron del 21.6% al 34.7%, una losa que amenaza con dejar a los productores españoles fuera de un mercado donde vendieron 60 millones de euros en 2017.

La visita de los Reyes había tenido hasta ahora un carácter mucho más cultural y económico. En San Antonio, fundada por monjes franciscanos españoles con el nombre de San Antonio de Béjar, se reunieron con empresarios españoles afincados en EE UU, así como con las principales autoridades locales y estatales. En Nueva Orleans, que fue española entre 1762 y 1803, visitaron el centro de la ciudad, el Museo de Arte y se reunieron tanto con el gobernador de Luisiana como con algunos representantes de la comunidad española.