CRISIS HUMANITARIA

La llegada del Aquarius, de las intenciones a la realidad

El president de la Generalitat, Ximo Puig, mantiene una reunión de trabajo con la vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Carmen Calvo,  para coordinar la llegada del buque Aquarius al puerto de

El president de la Generalitat, Ximo Puig, mantiene una reunión de trabajo con la vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Carmen Calvo,  para coordinar la llegada del buque Aquarius al puerto de / periodico

Nacho Herrero

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La realidad meteorológica, logistica y jurídica ha ido matizando los planes iniciales de la autoridades para la acogida de los tres barcos que llevan hacia València a los 629 inmigrantes del Aquarius. Para empezar las malas condiciones de navegación, con olas de hasta seis metros, obligaron a cambiar el rumbo previsto y ya no se les espera antes del domingo.

Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno, confirmó que la llegada será finalmente al muelle de cruceros del Puerto y no a la Marina por petición de los técnicos. Tras su reunión con el presidente Ximo Puig, Calvo avanzó que los barcos, los dos de la marina italiana y el de las oenegés, llegarán "de forma escalonada para que dé tiempo a una acogida respetuosa con una respuesta buena en sentido físico, psicológico y jurídico".

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, coordinará el operativo como responsable de los Puertos. Más allá de su presencia, Calvo y Puig pidieron contención a políticos y medios. "La sobriedad es la respuesta, lo imporante son las personas", destacó el presidente valenciano.

Igual que los de las pateras

Atracados los barcos, subirán a bordo representantes de Sanidad Exterior para un reconocimiento inicial. Después y mientras se les ofrece un primer acomodo, llegará el momento de los agentes de Interior. Su ministro, Fernando Grande-Marlaska, fue el encargado de enfriar las expectativas de un trato diferente que habían creado las administraciones por la excepcionalidad de la situación. "No vamos a tratar distinto a quienes vienen en el 'Aquarius' y a quienes llegan en patera", dijo en Onda Cero.

Ya en tierra, habrá una entrevista personalizada con cada uno para para realizar una primera identificación y comunicar los derechos y opciones que tiene. Parece que tampoco se les trasladará a la antigua base del Alinghi y ya se han comenzado a montar algunas carpas.

La clave será si solicitan o no asilo, algo que suelen hacer en Italia. La Oficina de Asilo y Refugio tiene un mes para admitirlas a trámite y pueden derivar en la concesión de un asilo permanente, en una protección subsidiaria o en un permiso por razones humanitarias. O ser denegadas y acabar en una expulsión. En todo ese tiempo, Calvo admitió que algunos de ellos pueden acabar en los CIE.

"Unos irán a centros de extranjeros y otros a centros de ayuda humanitaria y de políticas sociales", señaló antes de agradecer los ofrecimientos de decenas de localidades de toda España. Lo que está claro es que los 123 menores sin acompañar pasarán a estar tutelados por la Generalitat.

Traductores y recibimientos

El impacto social de la llegada ha provocado numerosas iniciativas. Por un lado, el barco Proactiva Open Arms, que estaba en Burriana, escoltará al 'Aquarius' en sus últimas millas hasta València antes de partir de nuevo a rescatar inmigrantes. También había prevista una flotilla de bienvenida, una manifestación para celebrar su llegada el viernes y una del ultraderechista España 2000 el sábado para protestar por la acogida. Falta por ver si obtienen permisos.

En general, han sido muchos más los ofrecimentos de particulares y empresas. La Generalitat ha puesto un teléfono y un correo para gestionarlos  y la Conselleria d'Educació ha cerrado la lista de traductores voluntarios que solicitó al haber recibido 800 ofrecimientos.