BATALLA COMERCIAL

La UE pone en marcha su maquinaria antiaranceles

Cecilia Malmström, comisaria europea de Comercio.

Cecilia Malmström, comisaria europea de Comercio. / periodico

Silvia Martinez

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Lo primero que ha hecho este viernes la Unión Europea nada más expirar la prórroga de los aranceles de Estados Unidos a la importación de acero y aluminio comunitario ha sido presentar una denuncia ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). “No queremos una escalada, pero no responder sería lo mismo que aceptar unos aranceles que consideramos ilegales”, ha advertido la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström. En cuestión de “semanas”, la UE completará su respuesta con medidas de represalia por valor de 2.800 millones de euros a productos tan simbólicos como la mantequilla de cacahuete, las motos Harley-Davidson, los vaqueros Levi’s o el whisky bourbon

El listado -en el que figuran también el zumo de naranja, el tabaco o los cosméticos- lleva meses cocinado. Ya ha recibido un amplio apoyo de los gobiernos europeos y fue notificado a la OMC a mediados de mayo. Ahora, el equipo de la comisaria Malmström repasará y afinará la lista y volverá a consultar con los países de la UE para analizar si algún producto en concreto puede repercutir negativamente en la economía europea y conseguir la validación final.

Rápida activación

Según los tiempos que manejan, la medida podría entrar en vigor a partir del 20 de junio. “La activación puede ser rápida. Ahora prepararemos los reglamentos de aplicación y si los expertos de los Estados miembros dan luz verde de forma rápida, será cuestión de semanas”, han explicado fuentes del Ejecutivo comunitario que admiten que podría haber algún retraso aunque no demasiado prolongado. Será la primera respuesta a unos aranceles estadounidenses que costarán a la UE 6.400 millones, según los cálculos de la Comisión Europea.

Bruselas tiene además preparada una segunda lista con productos a los que podrían aplicarse también en el futuro aranceles, hasta superar los 6.000 millones de euros, aunque para aplicar este segundo anexo deberán transcurrir tres años o que la OMC confirme previamente que las medidas de la Casa Blanca son incompatibles con las normas internacionales.

El “juego peligroso” de Trump

Malmström lo tiene claro. Está convencida de que Estados Unidos ha entrado en “un juego peligroso”, que la motivación alegada –la amenaza a la seguridad interna- no tiene base y que en definitiva es “puro proteccionismo” del presidente Donald Trump. “La UE quería evitar esta situación” y “hemos dedicado mucho tiempo a presentar una agenda trasatlántica positiva, como amigos y aliados”. Visto el resultado final sin éxito alguno, no obstante, en Bruselas no quieren hablar todavía de guerra comercial.

“La situación es muy preocupante. No usaría el término guerra comercial por el efecto psicológico (de la expresión). No hemos llegado ahí, pero la situación podría empeorar”, ha admitido Malmström sobre unos aranceles que repercutirán negativamente en el empleo no solo de la UE, también de Estados Unidos. “La UE debe defender sus intereses y nuestras medidas serán razonables y proporcionales” pero “no estamos en guerra contra ninguna persona”, ha añadido la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.

Puerta abierta al diálogo

En Bruselas han vuelto una vez más a culpar a la Casa Blanca de la situación creada y han insistido en que durante meses han tenido abierta la puerta al diálogo. “Ofrecimos una agenda positiva. Nuestra oferta fue que retiraran la pistola y sentarse como amigos, en igualdad de condiciones, a hablar. Lo rechazaron. Ahora la pelota está en su campo”, ha avisado la responsable de negociar sobre política comercial en nombre de los 28.

Malmström ha rechazado que los aranceles de la UE vayan a escalar todavía más la situación y ha recordado que es un instrumento previsto por la OMC. “Nosotros no estamos escalando la situación. Adoptados medidas para reequilibrar la situación porque no hacerlo sería como enviar la señal de que la UE no responde cuando le imponen aranceles ilegales”, ha zanjado. Y prueba de que Europa no elige bandos y actúa cuando se cree atacada, ha dicho, es que no solo ha denunciado este viernes ante la OMC a Estados Unidos sino también a China. En este caso, por su legislación sobre propiedad intelectual que discrimina a las empresas europeas.

Respeto al multilateralismo

“Nosotros no elegimos bandos. Nos levantamos a favor del multilateralismo”, ha proclamado. “Si los países del mundo no respetan las reglas, el sistema multilateral corre el riesgo de colapsar. Por eso hemos decidido denunciar a Estados Unidos y China ante la OMC”, ha justificado recordando a Washington que Europa también sufre las consecuencias de la sobrecapacidad de acero mundial pero que es necesario combatir ese problema en el marco de los instrumentos de defensa comercial y las medidas 'antidumping' existentes y no con decisiones unilaterales.

En este sentido, la UE también prepara medidas de salvaguarda en caso de que un aluvión de productos de acero y aluminio procedentes de terceros países inunde “seriamente” el mercado comunitario o amenace a la industria de algún Estado miembro debido al proteccionismo de Estados Unidos. Un efecto secundario que la Comisión Europea empezó a investigar a finales de marzo. Bruselas tiene nueve meses para tomar medidas y evitar que productores como Rusia, China o Corea del Sur dirijan su producción hacia la Unión Europa.

Medida discriminatoria

Según ha justificado la UE en la solicitud de consultas en la OMC, la medida estadounidense es discriminatoria porque hay países como Australia que no se verán afectados por los aranceles del 25% al acero y 10% al aluminio, y no hay cuantificación del “grave perjuicio” o la amenaza a la industria nacional”.