NEGOCIACIONES NUCLEARES

La cumbre Trump-Kim, aún en el aire pese a "avances reales" de la diplomacia

Pompeo (izquierda) y Kim Yong-chol departen en el encuentro de este miércoles en Washington.

Pompeo (izquierda) y Kim Yong-chol departen en el encuentro de este miércoles en Washington. / periodico

Idoya Noain

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una semana después de que Donald Trump anunciara por sorpresa en una carta enviada a Kim Jong-un la cancelación de la cumbre histórica entre los dos líderes el 12 de junio en Singapur la cita sigue sin haberse puesto oficialmente en el calendario. Este jueves, no obstante, ha quedado claro que Washington y Pyonyang trabajan con la idea de celebrarla en el sitio y el día fijados inicialmente.

"Hemos hecho auténticos avances en las últimas 72 horas para establecer las condiciones" para que se celebre la cumbre, ha asegurado este jueves en Nueva York el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo tras mantener en la ciudad los dos últimos días dos reuniones con Kim Yong-chol. Este peso pesado en el régimen del líder norcoreano, con quien Pompeo ya se había visto en sus dos viajes a Pyonyang, es  el más alto cargo del país asiático que visita oficialmente EEUU en 18 años.

A la pregunta directa de si la cumbre se puede dar oficialmente por restablecida Pompeo ha contestado: "no sé la respuesta". Y los ojos para un posible anuncio están puestos ahora en este viernes, cuando está previsto que Kim Yong-chol viaje a Washington para entregar una carta de Kim a Trump. No está claro si el enviado norcoreano acudirá a la Casa Blanca para hacer entrega de la misiva ni si la pondrá personalmente en manos del presidente estadounidense.  

"Hay esperanzas"

Este, ya antes de las declaraciones públicas de Pompeo, había asegurado que las conversaciones con los norcoreanos (que han incluido también en las últimas horas un encuentro entre delegaciones de los dos países en la zona desmilitarizada y otro en Singapur centrado en cuestiones logísticas para la potencial cumbre) estaban yendo “muy bien”. Trump ha defendido que la negociación está “en buenas manos” y ha dicho que “hay esperanzas de que tengamos reunión el 12”.

El presidente, además, ha dado señales de entender que la complejidad de la meta que se ha marcado, lograr la "desnuclearización total, verificable e irreversible" de Pyonyang, convierte su encuentro con potencial encuentro con Kim solo en un primer paso de un proceso largo y complejo. "Quiero que (la cumbre) sea significativa. Eso no quiere decir que se vaya a conseguir todo en una reunión", ha añadido, "quizá haya que tener una segunda o una tercera".

Pompeo también ha ahondado en esa complejidad, confirmando que "va a ser un proceso" y asumiendo que "tras décadas de reto habrá momentos duros y difíciles". Pero en sus palabras ha dejado latir cierto optimismo. En su opinión, Corea del Norte "contempla un camino hacia delante estratégico". Y ha asegurado que lo que EEUU trata de hacer es "convencerles de que su seguridad será mayor si de desnuclearizan".

Rusia invita a Kim

Otros actores globales también han intensificado sus movimientos diplomáticos. El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergéi Lavrov ha viajado a Pionyang para entrevistarse con su homólogo norcoreano, Ri Yong-ho, y discutir "lazos bilaterales, la situación de la península coreana y otros temas clave del panorama internacional y regional". Tras esa reunión Lavrov ha sido recibido por Kim Jong-un, a quien ha extendido una invitación para visitar Moscú: "Venga a Rusia, estaremos encantados de darle la bienvenida".