TENSIONES BILATERALES

Pompeo amenaza a Irán con las "sanciones más duras de la historia"

El secretario de Estado de EE UU ofrece una lista de condiciones irrealizables para Irán a cambio de renegociar el pacto nuclear

El nuevo secretario de Estado, Mike Pompeo.

El nuevo secretario de Estado, Mike Pompeo. / periodico

Ricardo Mir de Francia

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Menos de dos semanas después de que Donald Trump rompiera el acuerdo nuclear con Irán, su secretario de Estado, Mike Pompeo, ha amenazado con imponer las "sanciones más duras de la historia” contra el país asiático si no cambia radicalmente su política exterior y militar.  En su primer discurso de envergadura desde que reemplazó a Rex Tillerson al frente de la diplomacia estadounidense, Pompeo ha presentado una larga lista de condiciones para renegociar el pacto nuclear, tan poco realistas que están llamadas a ser completamente ignoradas por el régimen de los ayatolás. El exjefe de la CIA, uno de los halcones más prominentes de la Administración de Trump, ha utilizado un tono que ha recordado a los tiempos del colonialismo más descarnado, sugiriendo que Estados Unidos destruirá la economía iraní si Teherán ignora sus dictados.

"El régimen no tendrá dudas sobre nuestra seriedad. Este es solo el principio. Será doloroso si el régimen no cambia de curso. Recibirá las sanciones más duras de la historia. Irán tendrá muchas dificultades para mantener su economía a flote", ha declarado en un discurso en la Heritage Foundation, el más influyente de los laboratorios de ideas conservadores en Washington.

La Administración sigue tensando la cuerda con la teocracia chií, que tomó el poder después de que EEUU y Gran Bretaña destruyeran la democracia en Irán para quedarse con su petróleo, un golpe de Estado que aupó al poder al sátrapa proocidental Sha Reza Phalevi, derrocado posteriormente durante la Revolución Islámica de 1979. Sus herederos son hoy el principal contrapeso al dominio de EE UUIsrael y Arabia Saudí en la región, un pulso que libran con apoyo a grupos armados y regímenes en Líbano, Siria, Palestina, Irak y Yemen. Un juego despiadado en el que ambos bandos están destruyendo la región.

"Perseguiremos a los agentes iranís y a los clientes de Hizbulá en todo el mundo hasta destruirlos. Irán nunca tendrá carta blanca para dominar Oriente Próximo", ha dicho Pompeo mientras su país se prepara para reimponer las sanciones que hundieron la economía persa durante buena parte de la última década. Inicialmente no le resultará tan fácil porque tanto Europa como China y Rusia han declarado su intención de mantener el acuerdo nuclear y seguir haciendo negocios con el país asiático. A todos ellos Pompeo les ha mandado también un mensaje. "La reimposición de las sanciones impondrá desafíos financieros y económicos a algunos de nuestros amigos".

La única alternativa ofrecida se antoja puramente retórica. Pompeo ha impuesto 12 condiciones para renegociar el pacto. Retirada de las fuerzas iranís de Siria; ruptura con Hizbulá y Hamas; cese del envío de armas a los rebeldes houthis en Yemen; liberación de los presos estadounidenses en Irán; o fin de las “amenazas para destruir a Israel”, el único país con armas atómicas en la región.

También ha exigido que Teherán haga públicos sus planes para desarrollar armas nucleares, abandonados hace años según la ONU. Que deje de enriquecer uranio y renuncie indefinidamente a reprocesar plutonio o que permita a los inspectores acceder a todas las instalaciones militares y científicas en Irán. Si los ayatolás cumplen con estos "requisitos muy básicos”, Washington estará "contento" de reestablecer relaciones diplomáticas.