Macron lanza un mensaje a Europa: "No seamos débiles, no tengamos miedo"

Quizás porque el momento es peliagudo, el mensaje que Emmanuel Macron ha lanzado este jueves a la Unión Europea desde la ciudad alemana de Aquisgrán ha sonado como una alarma. “No seamos débiles, no nos dividamos, no tengamos miedo, no esperemos”, ha dicho el presidente francés al recibir el Premio Carlomagno, una recompensa al europeísmo que marcó la campaña electoral con la que llegó al Elíseo hace ahora un año al imponerse a la ultraderechista Marine Le Pen.

Los 28 serán pronto 27 cuando el Reino Unido abandone el club, las dudas sobre el proyecto europeo alimentan los populismos de todo tipo y desde hace 24 horas la UE intenta preservar el acuerdo nuclear iraní tras la retirada de Washington. En ese contexto, el presidente francés ha dejado nuevamente clara su apuesta por una Europa soberana, fuerte, unida y con valor suficiente para reaccionar sin que otros tomen las decisiones en su lugar.

Su discurso arrancó aplausos cuando defendió el multilateralismo y criticó a potencias aliadas y amigas –léase Estados Unidos- que hacen "chantaje" cuando las reglas internacionales no juegan a su favor. Macron ha resaltado igualmente el papel de la UE como garante de la paz en Oriente Próximo. "Otras potencias han decido no respetar su propia palabra. ¿Debemos ceder a la política de lo peor?", se ha preguntado.

Apoyo alemán

A continuación, reclamó superar las divisiones que han fracturado en los últimos años al viejo continente. El enfrentamiento Norte-Sur a cuenta de la austeridad decretada tras la gran crisis económica del 2008, y las divergencias Este-Oeste sobre la gestión de la mayor crisis de refugiados vivida desde la segunda guerra mundial.

“La división nos lleva a la inacción”, ha advertido. Una división de la que debe librarse el eje franco-alemán que Macron intenta revitalizar para salir del inmovilismo intentando, hasta ahora sin éxito, convencer a Berlín de que es necesaria una mayor solidaridad entre países y contar con un presupuesto europeo y una zona euro fuerte.

A cambio, ha prometido que Francia seguirá haciendo las reformas necesarias para superar su adicción al gasto público mientras ha animado a Alemania a abandonar el "fetichismo" de su excedente comercial.

“No tengamos miedo del mundo en el que vivimos, de lo que somos, de nuestros principios. No los traicionemos”, ha proseguido refiriéndose al peligro que entraña el auge del populismo para la democracia europea. "Estamos enfrentados a las tentaciones de abandonar los fundamentos de nuestro Estado de derecho. No cedamos nada", ha subrayado.

Dudas del proyecto 

Macron cree que más allá del “mito” de los 70 años de paz, Europa está todavía atravesada por la tragedia de la Historia y el sueño de Carlomagno de una Europa unida está hoy “carcomida por las dudas”. A los líderes actuales les corresponde decidir si van a revivir ese sueño o van a dejarlo morir.

“No seamos débiles y elijamos, no nos dividamos, unámonos, no tengamos miedo, atrevámonos a actuar, a estar a la altura de nuestra historia y no esperemos, actuemos ahora”.

Macron es el segundo presidente francés en ejercicio tras François Mitterrand en 1988 galardonado con el Carlomagno, un premio que recompensa desde 1950 a las personalidades más comprometidas con la construcción europea.

El joven mandatario francés lo ha recibido de manos de la cancillera alemana, Angela Merkel, y en presencia de los principales representantes de las instituciones europeas y de los estados miembros. Entre los asistentes, el rey Felipe VI y el antiguo jefe de la diplomacia europea Javier Solana.