La UE cierra filas para salvar el acuerdo nuclear con Irán

"El convenio es crucial para la seguridad de la región, de Europa y de todo el mundo", avisa la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini

Federica Mogherini.

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Silvia Martinez / Bruselas

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Los peores presagios se han cumplido. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha roto la tregua concedida a principios de año y ha decidido dar la espalda al acuerdo nuclear con Irán. Un revés político de primera magnitud para la Unión Europea que ha cerrado filas con celeridad en torno a un pacto que considera clave para mantener la estabilidad en la región de Oriente MedioOriente Medio.

“La UE lamenta la declaración del presidente de Estados Unidos pero como siempre hemos dicho, el acuerdo nuclear no es un pacto bilateral y no está en manos de ningún solo país terminarlo de forma unilateral”, ha avisado con tono grave la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, durante una breve comparecencia desde Roma. La alta representante para la política exterior europea ha recordado que fue avalado de forma unánime por el consejo de seguridad de Naciones Unidas y que sigue siendo “crucial  para la seguridad de la región, de Europa y de todo el mundo”.

En vigor desde el 2016

El acuerdo fue cerrado en julio de 2015 por los cinco miembros permanentes del consejo de seguridad de Naciones Unidas –Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Reino Unido- Alemania e Irán, tras 21 meses de difíciles negociaciones, con Barack Obama como presidente y apenas unos meses antes de que Trump desembarcara en la Casa Blanca. Entró en vigor en enero de 2016 y desde el principio ha estado en el punto de mira del mandatario americano que llegó a calificarlo como “el peor acuerdo negociado” jamás por la administración estadounidense.

Presión diplomática, sin resultados

Pese a la intensa presión diplomática de las últimas horas, Trump ha optado por retirar a su país del pacto que a cambio del compromiso del régimen de Teherán de no desarrollar armamento nuclear comprometió un levantamiento gradual de las sanciones impuestas por la ONU en el 2006. De nada han servido los esfuerzos políticos de las últimas semanas para intentar revertir la decisión, con visitas a Washington incluidas de la cancillera alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Emmanuel Macron y del ministro de exteriores británico, Boris Johnson.

“Estados Unidos seguirá siendo nuestro más estrecho aliado y amigo”, ha asegurado Mogherini subrayando que también están “plenamente comprometidos a que el acuerdo siga funcionando”. Es más, “mientras Irán cumpla, la UE permanecerá comprometida con la aplicación”. La italiana también ha asegurado que “la UE está determinada a actuar de acuerdo con los intereses de seguridad y a proteger sus inversiones” y ha vuelto a ratificar su plena confianza, pese a las denuncias de Israel, en el trabajo de la agencia internacional de la energía atómica (AIEA) que hasta en 10 ocasiones ha certificado el cumplimiento de Irán de su parte del trato.

Irán se cuela en la cumbre de los Balcanes

La salida de Estados Unidos del pacto, aunque esperada, pone al acuerdo contra las cuerdas y así lo ha reconocido el propio Macron a través de las redes sociales. “El régimen de no proliferación nuclear está en juego”, ha avisado recordando que “Francia, Alemania y Reino Unido lamentan la decisión de Estados Unidos de abandonar el acuerdo”. También se ha pronunciando a través de las redes sociales el presidente de la UE, Donald Tusk, que ha anunciado su intención de abordar este asunto en la cumbre informal que celebrarán los líderes de la UE la próxima semana en Sofía.

Mogherini también ha lanzado un mensaje directo a Teherán. A los iraníes les ha pedido que no dejen a nadie que desmantele el pacto porque “es uno de los grandes logros de la diplomacia internacional”. El objetivo de la UE ahora es salvar lo máximo posible del acuerdo y este mismo martes la número dos de Mogherini, Helga Schmid, se ha reunido en Bruselas con el viceministro de exteriores iraní, Abbas Araghchi, y representantes de Alemania, Francia y Reino Unido. Las empresas europeas, presentes en Teherán, se juegan mucho y Europa es consciente. De hecho, Mogherini ha reconocido estar "particularmente preocupada por el anuncio de nuevas sanciones”.