AYUDA HUMANITARIA

Tensión por el destino de 105 inmigrantes rescatados por Open Arms

Libia, Italia y Gran Bretaña discrepan sobre el destino de esas personas, que pueden pedir el estatus de refugiado

El barco de Pro Activa Open Arms, con los inmigrantes rescatados.

El barco de Pro Activa Open Arms, con los inmigrantes rescatados. / .43214155

Rossend Domènech

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Nadie los quiere. Los 105 inmigrantes rescatados por la nave Astral de la oenegé Open Arms permanecen en alta mar parados a la espera de que Italia, Libia y Gran Bretaña se aclaren sobre quién debe hacerse cargo de ellos. Todos ellos, salvados por orden de la Guardia Costera italiana cuando su bote estaba zozobrando, tienen derecho a pedir el estatus de refugiado.

El comandante del Astral, Riccardo Gatti, se opone a entregarlos a Libia, como sucesivamente ha pedido Roma, aduciendo que "se trataría de un rechazo ilegal de solicitudes de asilo". Italia ha autorizado el trasbordo de los afectados a la nave Aquarius, de la oenegé Sos Mediterranée, mejor preparada desde un punto de vista sanitario, ante "la falta de indicaciones" de Gran Bretaña, donde está registrada. Open Arms ha criticado que "la falta de humanidad de los despachos ha llegado al Mediterráneo".

El rescate de Open Arms se produjo la madrugada del domingo, cuando el centro operativo de Roma alertó a todas las naves presentes en la zona para que socorrieran a un fueraborda en situación de emergencia, que se encontraba a 12 millas de la costa africana. La embarcación transportaba 105 emigrantes a bordo, entre los cuales había seis mujeres y otros tantos niños. 

Astral actúa en socorro de las pateras que parten de Libia tras la indicación de la Guardia Costera italiana y va trasladando a emigrantes en apuros a embarcaciones con más capacidad para alcanzar el puerto seguro más cercano. Sin embargo, las autoridades libias, que han sido entrenadas por Italia y circulan con patrulleras italianas,  reivindican su derecho a intervenir en casos de emergencia como este.

Tráfico ilegal

El Astral se ha negado a entregar los emigrantes a los libios, al considerar que aquel país "no es un puerto seguro". La Convención de Dublín prevé que los inmigrantes con derecho a asilo sean identificados y acogidos por el primer país que los rescate. Roma ha informado de que los emigrantes deben ser entregados a los libios o a los países donde están registradas las naves de las oenegés, según el diputado del Partido Radical italiano Riccardo Magi, presente en el lugar.

En la madrugada del lunes, Londres autorizó el trasbordo de las 105 personas, sin embargo cuando desde el Astral les solicitaron una autorización formal y escrita, para evitar ser acusados de tráfico ilegal de emigrantes el Ejecutivo británico enmudeció.