TENSIÓN EN ORIENTE PRÓXIMO

Europa se fía del pacto iraní porque está sometido a una "verificación rigurosa"

El Reino Unido, Francia y Alemania se desmarcan de las acusaciones de Israel, aunque convienen analizar las pruebas que ha presentado Netanyahu que indican que Teherán matiene activo en secreto su plan nuclear

Boris johnson

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Kim Amor

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Los países que firmaron el acuerdo nuclear con Irán conocido como Grupo 5+1 han reaccionado con cautela o silencio a la acusación vertida el lunes por el primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, sobre que el régimen de Teherán mantiene en marcha en secreto el programa atómico, excepto EEUU que ha aplaudido a rabiar. Desde que el pacto fue firmado, en el 2015, el Gobierno de Tel Aviv -Israel es la única potencia nuclear de la región- así como sus países árabes aliados, como Arabia Saudí, han intentado por todos los medios convertirlo en papel mojado.

Para estos países, Irán es el principal enemigo a batir por su cada vez mayor influencia en la región, no solo en Irak, sino también en Siria y en el Yemen. Es una guerra soterrada de larga duración que libran el reino saudí, estandarte de los sunís, y la república iraní, abanderada de los chiís. Aunque la comunidad chií representa tan solo el 10% de los 1.600 millones musulmanes del mundo, la diferencia entre ambas comunidades se reduce drásticamente en Oriente Próximo.

El acuerdo nuclear adoptado entre Teherán y Rusia, China, el Reino Unido, EEUU y Francia más Alemania supone una reducción sustancial de las capacidades nucleares de Irán -totales en el caso de su uso militar- a cambio del levantamiento parcial de las sanciones. Estos dos años de fronteras y comercio abierto -el acuerdo entró en vigor en el 2016- ha permitido a Irán recomponer en algo su maltrecha economía y, por representar un mercado con grandes necesidades, a las empresas occidentales aprovecharse de la pequeña bonanza.

Verificación rigurosa

El pacto, como ha recordado el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, que se ha mostrado partidario de mantenerlo en vigor, así como la cancillera alemana Angela Merkel, incluye "medidas que permiten a los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) un acceso sin precedentes al programa iraní". Johnson ha dicho que el pacto no se basa en "la confianza" en las intenciones iranís, sino en una "verificación rigurosa". El presidente francés, Emmanuel Macron, el líder europeo que ha mostrado mayor complicidad con Trump, también defiende el pacto, aunque se ha mostrado partidario de revisarlo para intensificar los controles. 

En Rusia, el presidente Vladimir Putin, a través de un portavoz, mantiene que el acuerdo "debe ser respetado estrictamente por todas las partes". Pekín, por su lado, mantiene silencio hasta el momento. En todo caso, la OIEA ha dicho que estudiará la documentación presentada por Netanyahu, aunque uno de sus miembros, el embajador ruso ante este organismo, Mijail Ulianov,  ha recordado que "los inspectores del OIEA se encuentran en Irán prácticamente de manera permanente" y que no han "comunicado ninguna violación en los más de dos años de vigencia del acuerdo nuclear".

Ahora falta conocer la decisión final de Trump, que tras dar su apoyo a su gran aliado Netanyahu, ha dicho que el 12 de mayo anunciará si EEUU se retira o no del acuerdo. El pasado mes de enero, el presidente estadounidense advirtió a sus aliado europeos que si no se avienen a "corregir" el pacto del 2015, su país romperá el compromiso adquirido por Washington con el resto de países del G5+1.

En todo caso, el exembajador de EEUU en Israel durante la Administración Obama, Dan Shapiro, tiene muy claro cual va a ser el veredicto del magnate: salir del acuerdo. "Creo que Trump ha ya tomado la decisión. Esta presentación (la de Netanyahu), coordinada con su equipo, será presentada como prueba para justificarla", ha tuiteado.