Nuevo jefe de la diplomacia de EEUU

Trump ya tiene al duro Mike Pompeo como secretario de Estado

El Senado confirma al director de la CIA para dirigir la diplomacia de EEUU

El nuevo secretario de Estado, Mike Pompeo.

El nuevo secretario de Estado, Mike Pompeo. / periodico

Idoya Noain

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Un halcón militaristaescéptico de la diplomacia y con controvertidas posturas que incluyen señales de islamofobia y homofobia. Así es, o al menos había sido durante sus años como congresista del Tea Party, Mike Pompeo, el hombre que a partir de este jueves dirige la diplomacia de Estados Unidos desde la Secretaría de Estado. Pompeo, primer director de la CIA en la presidencia de Donald Trump, ha sido ratificado este jueves en un pleno en el Senado para el cargo, en el que da relevo al exempresario petrolero Rex Tillerson. Pompeo ha recibido 57 votos a favor, incluyendo los de un puñado de demócratas, y 42 en contra.

La confirmación de Pompeo es un triunfo de Trump, que pone en su gabinete a uno de sus confidentes, con el que mantiene una relación estrecha y mucho más fluida que la que tuvo nunca con Tillerson, con quien mantuvo serias diferencias y tensiones en público y en privado. Y era tal el interés de Trump en conseguirla que esta misma semana el presidente intervino personalmente y convenció al senador republicano Rand Paul de que apoyara la designación de Pompeo en el comité de Relaciones Internacionales. El libertario de Kentucky, contrario a las intervenciones militares de EEUU, amenazaba con votar contra la confirmación. El rechazo del comité habría sido un golpe solo simbólico pero también histórico.

Negociaciones con Corea

La agenda diplomática de Pompeo está cargada incluso antes de asumir las riendas del Departamento de Estado. Fue él quien, como director de la CIA y en ese momento solo nominado a secretario de Estado, realizó en Semana Santa un viaje secreto a Pionyang y mantuvo una reunión con Kim Jong-un para preparar el potencial encuentro histórico entre el líder norcoreano y Trump para abordar la desnuclearización norcoreana.

Trump ha dado detalles hoy de ese encuentro. Según ha contado el presidente en una entrevista telefónica con Fox News, “se suponía que (Pompeo) no iba a reunirse con Kim Jong-un pero lo hizo. Se arregló mientras estaba allí un encuentro para saludar”. Al final, según Trump, fue “más que un saludo” y Pompeo y el líder norcoreano pasaron juntos “más de una hora”. “Tenemos fotos increíbles de los dos hablando y reunidos, que me encantaría hacer públicas”, ha dicho Trump.

El pacto con Irán y el viaje a Israel

Antes de ese encuentro, previsto para finales de mayo o principios de junio, Pompeo tiene otra complicada misión concreta entre manos: colaborar con el presidente en la decisión sobre el acuerdo multilateral que en el 2015 EEUU y otros cinco países firmaron con Irán para frenar su programa nuclear militar. Trump ha dado de plazo hasta el 12 de mayo para decidir qué hacer y aunque durante la visita esta semana de Emmanuel Macron ha dado señales de estar dispuesto a una renegociación, el presidente francés se marchó de Washington declarándose convencido de que Trump lo abandonará. "Creo que es una promesa de campaña que hizo hace tiempo, no sé. El análisis racional no me lleva a pensar que se quedará en el acuerdo", declaró Macron a los periodistas antes de regresar a Francia. Teherán, además, rechaza cualquier cambio al pacto.

Pompeo, en el pasado, ha hecho declaraciones en la misma línea de Trump de dura crítica con el pacto firmado durante la Administración de Barack Obama. En concreto, el nuevo secretario de Estado llegó a definirlo como una “rendición” y defendió que “EEUU debe salirse”. Y el futuro de ese acuerdo estará sin duda también en la agenda de uno de los primeros viajes planeado por Pompeo como secretario de Estado, que le llevará la semana que viene a Israel. Antes, este viernes, asistirá a una reunión de la OTAN en Bruselas.

Rusia, China y el aislacionismo

Las responsabilidades de Pompeo serán muchas más. En su mano estará parcialmente manejar las relaciones extremadamente complejas que Washington mantiene actualmente con Rusia, especialmente tensas por la guerra de Siria pero que a la vez se benefician de la admiración de Trump por Vladimir Putin y su reticencia a castigar a Moscú por la injerencia en las elecciones presidenciales. También deberá lidiar con la diplomacia con China y dirigir otras muchas relaciones internacionales en un momento en que la Administración de Trump está abriendo guerras comerciales, promoviendo políticas nacionalistas y de aislacionismo, recortando la ayuda humanitaria internacional y abandonando pactos como el Acuerdo de París para luchar contra el cambio climático.

Asimismo, Pompeo deberá intentar recomponer la moral en el Departamento de Estado, que ha sufrido numerosas bajas y tumultos durante el mandato de Tillerson, un secretario que no luchó contra los propuestos recortes del 30% en el presupuesto de Foggy Bottom.

Se retira el nominado para Asuntos de Veteranos

El mismo día del triunfo de confirmación de Pompeo Trump ha sufrido un revés. <strong>Ronny Jackson, su médico personal </strong>en la Casa Blanca, al que había nominado para dirigir el <strong>Departamento de Asuntos de Veteranos</strong>, ha <strong>retirado su candidatura</strong>. Aunque <a href="https://www.elperiodico.com/es/internacional/20180329/trump-reemplaza-secretario-asuntos-veteranos-6723154">desde el primer momento la nominación fue polémica</a>, pues se dudaba de la preparación y experiencia de Jackson para dirigir el mastodóntico departamento, su retirada ha tenido que ver con escándalos. En los últimos días han surgido numerosas acusaciones de conducta inapropiada del doctor, que incluyen beber excesivamente en el trabajo o dispensar medicamentos de forma inapropiada. Jackson niega las acusaciones. No se ha anunciado un nuevo candidato para el Departamento, en el que fuerzas conservadoras intentan promover la privatización de servicios.