TRAGEDIA AÉREA

Mueren los 257 ocupantes de un avión militar estrellado en Argelia

El aparato, de fabricación soviética, cayó instantes después del despegue

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avion / periodico

Beatriz Mesa

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Argelia ha sufrido este miércoles el mayor accidente aéreo de su historia. Un avión del Ejército argelino se ha estrellado nada más despegar, poco antes de las ocho de la mañana, en un terreno agrícola muy cerca del aeropuerto militar de Bufarik, en la ciudad de Blida, a 60 kilómetros de la capital, Argel. No ha habido superviventes entre los 257 ocupantes del aparato, en su mayoría soldados. También viajaban en él familiares, 10 miembros de la tripulación y, al menos, 30 estudiantes saharauis que se habían desplazado a Argel para gestiones médicas u otros asuntos.

El Ministerio de Defensa argelino ha informado mediante un comunicado que el avión siniestrado era un Iliushin 76, de fabricación soviética, que solía realizar el transporte regular de tropas desde Argel hasta el aeropuerto militar de Tinduf, el más cercano a la zona desértica en la que se encuentran los campamentos de refugiados saharauis y la sede de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), proclamada en 1976 por el Frente Polisario tras la guerra con Marruecos. 

Pérdida de velocidad

Los medios de comunicación locales aseguran que el avión perdió velocidad después del despegue y señalan como posibles causas del accidente un exceso de peso, pues el aparato tenía una capacidad máxima de 200 pasajeros, y también la falta de mantenimiento de la vieja aeronave. Sin embargo, las autoridades argelinas no han avanzado ninguna hipótesis sobre lo sucedido.

A las pocas horas de la tragedia el jefe del Estado Mayor, el general Ahmed Gaíd Salah, se dirigió al lugar del siniestro y dio la orden para abrir una comisión de investigación con el fin de conocer las causas de la catástrofe, que ha conmocionado a la sociedad argelina. El general Salah expresó sus "sinceras condolencias a las familias" del trágico suceso.

Las imágenes llegadas del lugar del accidente han causado un gran impacto en la población, especialmente las de agentes de la Protección Civil recogiendo restos de las víctimas mortales para trasladarlas al hospital central del Ejército de Ain Naadja y proceder a su identificación. La operación de evacuación de los cuerpos sin vida de los militares contó con la rápida colaboración de las fuerzas de seguridad, decenas de vehículos de bomberos y ambulancias, además de voluntarios sanitarios.

Huelga de médicos

Este trágico accidente ha coincidido con una inédita huelga de médicos argelinos, descontentos con sus condiciones salariales, que dura casi cuatro meses y ha ocasionado una peligrosa parálisis de los servicios especializados, así como que numerosas intervenciones quirúrgicas hayan quedado pospuestas o directamente anuladas. Sin embargo, el siniestro aéreo hizo que el Colectivo Autónomo de Médicos Residentes Argelinos (CAMRA) echara el freno en su movilización e invitara a los sanitarios a abortar la huelga para intervenir en las unidades de urgencia y facilitar cualquier ayuda necesaria.

Estados Unidos ha sido uno de los primeros países, a través de su embajada en Argelia, en transmitir a su aliado argelino sus condolencias: "Estamos con vosotros en vuestra pena", rezaba el comunicado. La prensa argelina ha informó de que el presidente del país, Abdelaziz Buteflika, que se encuentra convaleciente, ha rendido un homenaje a las víctimas; sin embargo, no ha aparecido ninguna imagen pública de él.

Tragedias repetidas

En los últimos años, el Ejército argelino ha vivido más de una tragedia aérea. En febrero del 2014, un Hércules C-130  se estrelló en El Buaghui (500 kilómetros al este de Argel) y murieron 77 personas, también militares y miembros de sus familias. En aquella ocasión hubo un solo superviviente en un accidente que el Ministerio de Defensa atribuyó a las malas condiciones meteorológicas. Entonces ya surgieron numerosas críticas sobre el estado de la flota aérea del Ejército argelino, procedente en buena parte de Rusia, su principal proveedor de armamento militar y fiel aliado. Tras este accidente, surgen en las redes sociales nuevas voces de indignación. “Se repiten episodios de accidentes aéreos dentro de nuestro Ejército cada tres años. Es evidente que algo ocurre y los técnicos deben revisar cada aparato para que no se vuelvan a producir tragedias de este tamaño”, denuncia Farid Fqir, periodista del diario 'La Libération'.