Administración movida

Trump reemplaza al secretario de Asuntos de Veteranos

Trump junto al doctor de la Casa Blanca, Ronny Jackson.

Trump junto al doctor de la Casa Blanca, Ronny Jackson. / CK

Idoya Noain

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En dos tuitsDonald Trump ha anunciado este miércoles el relevo del secretario de Asuntos de Veteranos, David Shulkin, al que pretende sustituir con Ronny Jackson, su médico personal en la Casa Blanca. Hace semanas que se especulaba con la salida de Shulkin y su despido es el cuarto cambio de alto nivel que el presidente de Estados Unidos realiza solo este mes, en el que han dicho adiós a la Administración y al equipo presidencial el principal asesor económico de la Casa Blanca Gary Cohn, el secretario de Estado Rex Tillerson y el Asesor de Seguridad Nacional H. R. McMaster.

La nominación de Jackson para el cargo confirma la tendencia de Trump a rodearse de personas con las que tiene buena sintonía personal, y la ha conseguido con el médico, que le ve cada día y es quien ofreció en enero un laudatorio análisis del estado de salud físico y las capacidades mentales del presidente. Su selección no llega, sin embargo, exenta de interrogantes.

El militar de la Marina, que tiene 50 años y sirvió en Irak y ha trabajado como médico en la Casa Blanca en tres Administraciones, llegando a médico jefe de la Casa Blanca con Barack Obama, no tiene experiencia en gestión. Eso plantea de entrada dudas sobre su capacidad para dirigir el mastodóntico Departamento de Veteranos, que tiene 360.000 empleados y maneja un presupuesto de 186.000 millones de dólares. Jackson tiene que ser confirmado por el Congreso.

Jackson, además, llega al cargo en un momento en que se vive un debate intenso por los impulsos que fuerzas conservadoras dentro y fuera de la Administración han estado dando a los intentos de privatizar parte de los servicios y la atención a los veteranos. Es un esfuerzo controvertido que cuenta con el respaldo económico de los hermanos Koch, grandes donantes republicanos.

Esas fuerzas detrás de los esfuerzos de privatización han estado haciendo campaña contra Shulkin, aunque el antiguo ejecutivo hospitalario enfrentaba otros problemas. Era el único alto cargo que sobrevivió la transición entre la Administración de Obama y la de Trump. Y un demoledor informe interno publicado en febrero sobre gastos inapropiados que hizo durante un viaje a Europa el verano pasado, acabaron de enfrentarle con Trump. En ese viaje a Reino Unido y Dinamarca, que costó más de 120.000 dólares al erario público, se identificaron “serias negligencias”. Aunque era un supuesto viaje de trabajo, se pagó el billete de avión (4.000 dólares) a la esposa del secretario y se alteró un correo electrónico para inventar una invitación a una cena oficial inexistente). Casi la mitad del tiempo lo pasaron haciendo turismo y aceptaron de forma impropia entradas para un partido de tenis en el torneo de Wimbledon.