La justicia italiana incauta el barco de Open Arms

El juez acusa a la oenegé de favorecer la inmigración ilegal

El barco de Proactiva Open Arms a su llegada al puerto siciliano de Pozzallo, el 17 de marzo.

El barco de Proactiva Open Arms a su llegada al puerto siciliano de Pozzallo, el 17 de marzo. / periodico

Rossend Domènech

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No son delincuentes, pero sí presuntos culpables de favorecer la inmigración ilegal. Es la decisión tomada este martes por el juez instructor de Catania (Sicilia), Nunzio Sarpietro, sobre el caso abierto tras la incautación del barco de la oenegé Proactiva Open Arms el pasado 17 de marzo en el puerto de Pozzallo. Tres días antes la nave había salvado de unos botes a la deriva en aguas internacionales a 216 inmigrantes procedentes de Libia. El juez ha confirmado la incautación de la nave.

En un auto, el magistrado considera que no existe el delito de asociación criminal, por lo que la investigación continúa y la seguirá la fiscalía de Ragusa, ha informado a Efe el abogado de la oenegé Alessandro Gamberini.

El barco 'Open Arms'  fue incautado tras atracar en Pozzallo para desembarcar a 216 inmigrantes y se abrió una investigación a la jefa de misión, Anabel Montes y el capitán, Mark Reig. Gerard Canals, coordinador de Proactiva, fue acusado de complicidad. Con la decisión del juez quedan en libertad con cargos.

Investigación

Ahora, la fiscalía de Ragusa tendrá que examinar de nuevo el caso y decidir si pide una nueva orden de inmovilización cautelar del barco en los próximos 20 días. En caso contrario, decaería la incautación vigente.

"Se trata de un importante resultado que devuelve el caso a una investigación ordinaria sobre inmigrantes", ha afirmado Gamberini, quien ha destacado que "es importante que un juez haya negado la seriedad de una acusación de asociación criminal".

Según Gamberini ahora habrá que esperar el curso de las investigaciones de la fiscalía de Ragusa, pero se ha mostrado "completamente confiado en poder demostrar que las acusaciones no son demostrables".

El abogado ha explicado que cualquier investigación de carácter penal no dura menos de un año, pero los investigados pueden regresar a España o quedarse en Italia, como ellos prefieran. El delito de favorecimiento de la inmigración ilegal tiene aparejada una pena de un máximo de tres años de reclusión y 15.000 euros de sanción.

La investigación se refiere al último rescate, durante el cual la oenegé se negó a entregar a los 216 inmigrantes salvados a una patrulla de la Guardia Costera libia que apareció después en la zona. Ante la negativa, según algunos vídeos que ha difundido la oenegé, se escuchan las amenazas de muerte de los libios. "Mejor morir en el mar que volver a manos de los libios", explicaron los rescatados en tierra.

La operación

El día del salvamento, el comandante del barco comunicó a las autoridades italianas la presencia en el mar de personas en peligro, preguntando a qué puerto debía dirigirse. En un primer momento tomó el mando de la operación la Guardia Costera de Roma, autorizando el salvamento, aunque poco después informó a la nave de que el mando pasaba a la Guardia Costera de Libia. Este país no ha reconocido nunca zona de competencia alguna en cuestiones de “búsqueda y socorro”, y ha ampliado sus aguas territoriales más allá de las 12 millas tradicionales.

Según han declarado los tripulantes del 'Open Arms', cuando el primer bote con los inmigrantes estaba zozobrando y algunas personas ya habían caído al mar, no había ninguna patrullera libia a la vista, por lo que decidieron proceder al salvamento.

Un día de espera

Según la Fiscalía de Catania, especialmente dura con los salvamentos de las oenegés antes y después de la aprobación del Gobierno italiano, en julio pasado, de un “código de conducta”, el 'Open Arms' habría tenido que dirigirse a Malta, el puerto más cercano. El barco atracó efectivamente frente a La Valletta (Malta), en aguas internacionales, pero solo pudo desembarcar a un bebé de tres meses cuya vida estaba en peligro. “Malta no acepta emigrantes”, explicaron desde la oenegé. Tras un día de espera, las autoridades italianas autorizaron el viaje de la nave hacia el puerto de Pozzallo, donde fue incautada.

Con el secuestro del 'Open Arms', en el Mediterráneo solo queda la nave 'Aquarius' de Sos Mediterranée, pues la 'Juventa', de la oenegé alemana Jugend Rettet, permanece incautada desde hace nueve meses.

“Si salvar vidas es un delito, tambien nosotros somos criminales porque apoyamos a Open Arms”, han escrito Richard Gere  y su compañera Alejandra Silva, colgando un vídeo de la oenegé en Twitter.