TENSIÓN LABORAL

La primavera caliente de Macron

Los sindicatos franceses sacan a la calle a miles de funcionarios y trabajadores del sector ferroviario en defensa de los servicios públicos

protestas en francia

protestas en francia / periodico

Eva Cantón

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La fecha coincide con la que hace cincuenta años desembocó en la mayor huelga de la era moderna. Aunque hoy el contexto es muy distinto al de mayo del 68, el análisis de la prensa francesa es que la primavera del 2018 será agitada para Emmanuel Macron.

El presidente francés le ganó a los sindicatos un primer pulso el pasado otoño, al aprobar sin grandes problemas la reforma que flexibiliza el mercado laboral, pero la movilización de funcionarios y trabajadores del sector ferroviario de este jueves, jalonada de paros en hospitales, colegios y aeropuertos, puede poner en aprietos al Gobierno.

En todo caso, servirá para comprobar hasta dónde llega el malestar creciente de los franceses con las reformas de Macron y cuál es la fuerza real de las centrales sindicales para hacer converger todo ese malestar en un movimiento de protesta continuado.

Cientos de personas han recorrido las calles en las 180 manifestaciones convocadas en las principales ciudades francesas para protestar contra los planes liberalizadores de Macron y en defensa de los servicios públicos.

En pie de guerra

Los trabajadores de la empresa estatal del ferrocarril, la mítica SNCF, están en pie de guerra contra los planes del Ejecutivo de suprimir el centenario estatus de ferroviario que les permite gozar de ventajosas condiciones de contratación y jubilación.

“El Gobierno pretende hacer creer a los franceses que somos unos privilegiados, pero yo no veo dónde está el privilegio para un joven que trabaja en el turno de noche y en el de madrugada por 1.200 euros netos al mes”, explicaba Emmanuel, un ferroviario de 41 años procedente de Dunquerque, mientras desfilaba en el cortejo que salió de la Estación del Este de París en dirección a la plaza de la Bastilla. Según el sindicato CGT, salieron a la calle 500.000 personas en toda Francia, 320.000, según el Ministerio del Interior.  

“Macron cuestiona todo el servicio público y espero que no logre imponer sus reformas porque eso significará una mayor precariedad, la supresión de plazas y una pérdida de derechos”, se quejaban Juliette y Telma, estudiantes de magisterio en la Universidad de París, y muy críticas con el plan gubernamental de eliminar 120.000 puestos de funcionarios de los 5,5 millones que tiene la Administración.

Los trabajadores del sector público salieron desde la plaza de Bercy, en las proximidades del Ministerio de Economía, y coincidieron con los manifestantes de la SNCF en la plaza de la Bastilla, donde se produjeron algunos enfrentamientos con la policía.

La batalla de la opinión pública

De momento, el Ejecutivo está dispuesto a aguantar la presión de la calle y el mensaje del Gabinete encabezado por Edouard Philippe es que se mantendrán las reformas del programa electoral que llevó a Emmanuel Macron al Elíseo hace diez meses.

Detrás del duro pulso con los sindicatos, se libra la batalla de la opinión pública y el Gobierno confía en que la huelga intermitente que la SNCF programa entre abril y junio, con un total de 36 días de paros, termine agotando la paciencia de los usuarios, que sufren a menudo los retrasos de una red ferroviaria obsoleta.  

Avanzar en las reformas dejando espacio al diálogo con los agentes sociales es el mantra que se repite en Matignon, convencido de que el presidente tiene todavía el respaldo de una mayoría de franceses.

Sin embargo, un reciente sondeo de Elabe publicado por el diario ‘Le Parisien’ revela que el 74% de los encuestados considera “injusta” la política de Macron, que no acaba de deshacerse de la etiqueta de “presidente de los ricos”.

 “Francia no es un país reformable. Muchos lo han intentado y no lo han logrado porque los franceses odian las reformas”, decía de manera provocadora Macron el pasado agosto. Al frente sindical se han unido por primera vez este jueves las fuerzas políticas de izquierda.