EL PERFIL

Wylie, el "cerebrito" que ha puesto en jaque a Facebook

El científico especialista en manejo de datos de tan solo 28 utilizó secretamente los perfiles de 50 millones de usuarios de la red social para uso electoral en EEUU

christopher wylie tema facebook en cambridge analytica

christopher wylie tema facebook en cambridge analytica / periodico

Begoña Arce

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Hasta hace menos de una semana nadie había oído hablar de Christopher Wylie. Nadie sabía que este científico especialista en manejo de datos informáticos, iba a poner a Facebook contra las cuerdas, en el último y mayor escándalo sobre abuso de los datos de los usurarios para manipular elecciones. Wylie se halla en el centro del huracán, desde que el pasado fin de semana revelara que ha pasado información confidencial al diario británico 'The Guardian' sobre los manejos de su antigua empresa, Cambridge Analytica, responsable de la campaña de Donald Trump .

Herramienta de guerra psicológica

Este canadiense de  28 años, con el pelo teñido de rosa y un anillo en la nariz a modo de pendiente, ha dado la cara para contar como la compañía con sede en Londres para la que trabajó aprovechó secretamente los perfiles de 50 millones de usuarios de Facebook para transformarlos en una herramienta electoral en Estados Unidos. Wylie ayudó a su empresa a crear perfiles psicológicos para la campaña de Trump en las presidenciales americanas. “Todas esas piezas de información, puestas juntas, crean un retrato digital de quién eres”  y se transforman en “una herramienta de guerra psicológica”, ha explicado en las entrevistas que ha concedido a medios internacionales desde el domingo. “Asumo una parte de responsabilidad porque era el director de la investigación y trabajé en ese programa”, declara quien se retrata como “un canadiense, vegano y gay”, que habla con la rapidez del rayo y gesticula con las manos a igual velocidad. Los que le conocen afirman que su cerebro funciona a idénticas revoluciones.

Disléxico y autodidacta

Wylie siempre fue diferente. Nació y creció en la Columbia Británica. Al parece, cuando era pequeño “sufrió abusos por una persona mentalmente inestable”, explica 'The Guardian'. “La escuela trató de encubrirlo culpando a sus padres, lo que desembocó en una larga batalla judicial”. Ya adolescente le fue diagnosticado un trastorno de déficit de atención y dislexia. Dejó el colegio a los 16 años y a esa edad empezó a colaborar con partidos políticos sobre datos y campañas electorales. Autodidacta, aprendió a programar por su cuenta al tiempo que estudiaba derecho en la London School of Economics. Fue por entonces cuando colaboró con los Liberales Demócratas británicos, para quienes confeccionó una base de datos sobre votantes.

Mina política de oro

Poco después llegó el fenómeno Facebook. Dos psicólogos de la Universidad de Cambridge llevaron a cabo un proyecto llamado MyPersonality,  con el que lograron que 6 millones de personas respondieran a un cuestionario sobre personalidad. El 40% aceptó además que se accediera de forma anónima a su información en los perfiles de Facebook. Wylie leyó el estudio final y aplicó el análisis de los datos a la política y al partido para el que trabajaba. Les avisó que perderían la mitad de los votos y apenas le creyeron. La derrota fue aún mayor. En  ese momento cuando su carrera como científico de datos dio un salto y entró en contacto con Alexander Nix, que terminaría siendo consejero delegado de Cambridge Analytica, puesto del que fue suspendido el martes, tras ser filmado secretamente explicando sus tácticas deshonestas para desprestigiar a los candidatos rivales.

Wylie asegura que su antigua empresa violó las normas de Facebook y se aprovechó de su pasividad. “Facebook podía ver lo que estaba sucediendo”, afirma. Los datos recopilados en secreto “son una mina política de oro“Y “si estás tratando de influir en la elección americana, ese es el sitio donde ir”.