CONTROVERSIA EN LA ADMINISTRACIÓN DE EEUU

Trump reabre la guerra con el FBI con el despido de su número dos

Justicia cesa a Andrew McCabe horas antes de su jubilación, una maniobra que se interpreta como una 'vendetta' del presidente

Sessions (izquierda) y McCabe, durante una conferencia de prensa en el Departamento de Justicia, el 12 de julio del 2017.

Sessions (izquierda) y McCabe, durante una conferencia de prensa en el Departamento de Justicia, el 12 de julio del 2017. / periodico

Ricardo Mir de Francia

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La venganza es un plato que se sirve frío, como ha comprobado Andrew McCabe, el número dos del FBI. Solo 26 horas antes de su jubilación, McCabe ha sido despedido por el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, una decisión que probablemente le dejará sin una parte sustancial de su pensión. Su cese fulminante a solo unas horas de que se quitara de enmedio tiene hechuras de 'vendetta' porque McCabe había desempeñado un rol importante en la investigación de la trama rusa, un desempeño que le convirtió en objetivo habitual de las críticas de Donald Trump, quien le ha acusado de comportarse con parcialidad por sus simpatías demócratas. No en vano, solo unas horas después de su cese, el abogado del presidente ha pedido que se cierre la investigación del 'Rusiagate'. Sostiene que está políticamente “corrompida”.

La jugada es puramente trumpiana. El presidente sigue maniobrando para quitarse de encima a sus enemigos y ajustar cuentas con todos aquellos que no protegen sus intereses. Ya lo hizo con James Comey, el jefe del FBI al que despidió hace poco más de un año cuando lideraba la investigación sobre los posibles vínculos entre las maniobras del Kremlin para interferir en las pasadas elecciones y su equipo de campaña. Y ahora castiga a McCabe, quien fuera mano derecha de Comey, otro de los funcionarios díscolos del aparato de seguridad. McCabe no se ha quedado callado. “Este ataque a mi credibilidad no solo es parte del intento de difamarme personalmente, sino también de mancillar al FBI, a las fuerzas de seguridad y la inteligencia”, ha dicho en un comunicado. “Es parte de la guerra abierta que la Administración mantiene con el FBI y la investigación del fiscal especial” Robert Mueller.

La alegría del presidente

McCabe no está limpio de toda culpa. Había cometido errores y a ellos se ha agarrado el fiscal general para justificar su despido. Sessions le ha acusado filtrar información a la prensa sobre una vieja investigación relacionada con Hillary Clinton y de responder sin la necesaria franqueza al testificar bajo juramento. Trump no ha se ha resistido a expresar su alegría en Twitter. Ha dicho que este es “un gran día” para el FBI y ha definido a McCabe como “un niño cantor” al servicio de Comey. “Estaba al tanto de las mentiras y la corrupción que imperan en las más altas instancias del FBI”, ha escrito el presidente.